En un encuentro que paralizó a Italia, el AC Milan se vio sorprendido por el Feyenoord. La clave del partido, sin embargo, no se centró en el desempeño táctico inicial. El giro dramático llegó con la expulsión de Theo Hernández a los 51 minutos. El árbitro le mostró la segunda amarilla tras una polémica jugada que muchos calificaron como «piscinazo». Hasta ese momento, el equipo italiano se mantenía a flote gracias al gol tempranero de Santiago Giménez, quien anotó apenas a un minuto de iniciado el encuentro, igualando la eliminatoria contra su ex equipo.
Con un hombre menos, la defensa rossonera se vio desbordada. La oportunidad la aprovechó el Feyenoord. Un centro preciso del español Hugo Bueno terminó en la cabeza de Julián Carranza, ex jugador del Philadelphia Union e Inter Miami CF, quien al minuto 73 decretó el empate. Este tanto, no sólo significó el 1-1 del encuentro, sino que selló el triunfo global de 2-1 para el equipo neerlandés, dejando al Milan fuera de la competencia.
Mientras tanto, en otros encuentros de la jornada, el Bayern Munich, con una ventaja de 2-1, se enfrentaba al Celtic; el Benfica defendía su victoria de 1-0 en casa contra el Mónaco; y el Atalanta intentaba una remontada en su campo ante el Club Brujas, tras la derrota 2-1 en la ida. Estos partidos prometieron, y seguramente ofrecieron, un final tan emocionante como el del encuentro entre el Milan y el Feyenoord.
La eliminación del Milan, un golpe inesperado para muchos, dejó en evidencia la importancia de la disciplina y la fragilidad que puede significar la pérdida de un jugador clave en un encuentro crucial. El Feyenoord, por su parte, se consolida como un equipo a tener en cuenta en la siguiente fase de la competición.
