La ciudad de Génova, Italia, se ha ofrecido como anfitriona para albergar la vuelta de la final de la Copa Libertadores de América, que es disputada por los equipos argentinos River Plate y Boca Juniors, un partido postergado dos veces tras la violencia desatada por los hinchas.
Ese encuentro entre rivales bonaerenses estaba programado para el pasado 25 de noviembre después de que el día anterior se pospusiera porque aficionados del River atacaron el autobús de Boca, cerca del estadio Monumental, y algunos jugadores resultaron heridos con pedazos de cristal y gases lacrimógenos que empleó la Policía contra los agresores.
Ante esto, el director de Deportes de Génova, Stefano Anzalone, ha enviado este 26 de noviembre una carta a los presidentes de ambas entidades, donde señala que: «Nuestra ciudad, cercana de manera histórica, cultural y deportiva a Buenos Aires, siente lazos muy profundos e indisolubles con sus clubes prestigiosos, fundados por nuestros compatriotas emigrados desde Italia a Argentina en los albores del siglo XX».
Anzalone detalló que el derrumbamiento trágico del puente Morandi en agosto «ha despertado un profundo sentido de comunidad y de redescubrimiento de nuestras raíces». Por tanto, su ciudad “estaría honrada y dispuesta a albergar este importante y prestigioso partido».
Sin embargo, por el momento los presidentes de River Plate y Boca Juniors —Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici, respectivamente— se reunirán mañana con la cúpula de la Confederación Sudamericana de Fútbol para determinar la fecha y el lugar donde se disputará la vuelta de la final de la Copa Libertadores.
Stefano Anzalone, Director de Deportes de la ciudad italiana de Génova, envió una carta para que la súper final se desarrolle allí:
“Me complace informarles que nuestra ciudad está honrada y dispuesta a albergar este importante y prestigioso evento de la final de la Copa” pic.twitter.com/zObsos7whS
— River desde la tribuna (@RDLTok) November 26, 2018