La actriz, de 62 años, se consolidó como estrella de Hollywood gracias a su papel de Molly en el romance sobrenatural de 1992 -en el que su personaje tiene que enfrentarse al asesinato de su pareja- y se sintió «abrumada» por lo que tendría que hacer para plasmarlo en la pantalla.
En declaraciones a la serie de YouTube, ‘Hot Ones’, dijo: «Creo que tenemos un tipo de respuesta interesante en la vida, y es que cuando intentamos controlar nuestras emociones no queremos llorar. Aguantamos la respiración. Creo que acordarse de respirar permite una conexión emocional más profunda, que es una reacción a ser capaz de abrirse. Definitivamente, ‘Ghost’ me asustó muchísimo. Además, al ser una persona tan joven que se enfrenta a la pérdida de su pareja, al leer el guión me sentí abrumada por el tipo de dolor que iba a tener que sentir».
Demi reconoció que su capacidad para llorar de un solo ojo parece haberse convertido en un momento memorable de la película, pero insistió en que «no lo planeó», aunque al final le ayudó a «superar un obstáculo» que tenía en cuanto a la interpretación emocional en la gran pantalla, aunque todavía «no es fácil» para ella.
Y añadió: «Sé que existe esa cosa icónica del ojo único. No lo planeé, no tenía ningún control sobre ello. Simplemente ocurrió así. Ese ojo me ayudó a superar un obstáculo. No es que lo haya hecho siempre… todavía tengo que ingeniármelas para mostrarme vulnerable, no es fácil».
