California fue azotada por fuertes vientos el miércoles (06.11.2024) que alimentaron un incendio forestal de rápido movimiento, que destruyó docenas de casas y obligó a miles de residentes a huir, mientras los meteorólogos advirtieron de la posibilidad de incendios «extremos y potencialmente mortales”.
Al noroeste de Los Ángeles, el Mountain Fire aumentó de tamaño y provocó órdenes de evacuación para más de 10.000 personas, ya que amenazaba a 3.500 estructuras en comunidades suburbanas, ranchos y zonas agrícolas alrededor de Camarillo, según un comunicado del gobernador Gavin Newsom.
Las llamas ardían en una región en la que se han producido algunos de los incendios más destructivos de California en los últimos años. Una densa columna de humo se elevó cientos de metros hacia el cielo el miércoles, cubriendo barrios enteros y limitando la visibilidad de los bomberos y los evacuados.
Dos personas sufrieron inhalación de humo y fueron trasladadas a hospitales, según los bomberos. Los bomberos no informaron de heridos de consideración.
Los socorristas suplicaron a los residentes que evacuaran. Los ayudantes del sheriff se pusieron en contacto con 14.000 personas para pedirles que se marcharan hasta 4 kilómetros de distancia.
