En un fallo que marca un precedente en la industria musical, el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos ratificó que el éxito de Ed Sheeran “Thinking Out Loud” no infringe los derechos de autor del clásico de Marvin Gaye “Let’s Get It On”.
Esta decisión de la corte de Nueva York pone fin a una disputa legal que inició en 2018, cuando Structured Asset Sales (SAS), una compañía que controla una participación en los derechos de la canción de Gaye, acusó a Sheeran de haber copiado una progresión de acordes y un ritmo de la icónica balada de 1973.
La demanda de SAS, propiedad del banquero de inversiones David Pullman, se basó en la similitud de ciertos elementos estructurales entre ambas canciones. Alegaba que estos constituían una infracción a los derechos de autor, reportó la agencia de noticias Reuters.
Sin embargo, la corte de apelaciones coincidió con el fallo inicial del juez de distrito Louis Stanton, quien determinó que los elementos musicales en cuestión -una secuencia de cuatro acordes común en la música pop, combinada con un ritmo armónico- eran demasiado básicos como para estar protegidos por derechos de autor.
El tribunal concluyó que estas similitudes no podían justificar un reclamo de plagio, ya que se trataba de recursos ampliamente utilizados en la música popular.
“Nos complace que el Segundo Circuito haya estado de acuerdo con el juez Stanton en que Ed Sheeran y Amy Wadge no infringieron ‘Let’s Get It On’ al crear ‘Thinking Out Loud’”, aseguró el abogado de Sheeran, Donald Zakarian, a la revista Rolling Stone.
Fundamentos de la decisión
El Tribunal de Apelaciones respaldó el argumento de que proteger elementos musicales tan básicos, como la progresión de acordes en cuestión, podría limitar la libertad creativa de los artistas y obstaculizar la evolución de la música pop.
Según los jueces, la demanda de SAS pretendía establecer un “monopolio” sobre una combinación de acordes y ritmos ampliamente utilizados, lo cual iría en contra de la ley de derechos de autor, diseñada para equilibrar la protección de la propiedad intelectual con el fomento de la creatividad.
El tribunal también desestimó la petición de Pullman de incluir la grabación de “Let’s Get It On” en lugar de la partitura registrada de la canción como parte de las pruebas. Pullman argumentó que la grabación incluía elementos distintivos que, según él, Sheeran habría copiado.
No obstante, la corte se limitó a considerar solo la partitura original, registrada en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos, y reafirmó que las similitudes entre ambas canciones no alcanzaban el nivel necesario para constituir una infracción.
Reacción de los involucrados
Tras conocerse el fallo, las reacciones de los involucrados evidenciaron el impacto de la decisión. Zakarin y sus colaboradores Warner Music y Sony Music Publishing, dijo a Billboard estar “satisfecho”. Señaló que el fallo confirma que “Thinking Out Loud” fue creada de manera independiente y que la demanda de SAS no tenía fundamentos sólidos.
Este resultado, según Zakarin, está en línea con el veredicto previo de un jurado que también absolvió a Sheeran de cualquier infracción en un juicio separado por la misma canción.
Por otro lado, al mismo medio especializado en música, Pullman, manifestó su desacuerdo con la decisión del tribunal de apelaciones y afirmó que su compañía está revisando todas las opciones legales disponibles.
En declaraciones a los medios, Pullman criticó el uso de solo dos canciones de referencia por parte del tribunal para argumentar que los elementos musicales en cuestión eran comunes en la música pop, considerando que existen “más de 60 millones de canciones registradas”.
Otras demandas similares a Ed Sheeran
En 2022, Sheeran salió victorioso en un caso similar en el Reino Unido por su éxito “Shape of You”, según reportó el medio británico Sky News. En esa ocasión, dos compositores alegaron que el artista había copiado elementos de una de sus canciones para crear el estribillo del popular tema de 2017.
No obstante, en aquel entonces un juez dictaminó que el cantante inglés no había copiado de forma intencionada ni inconsciente, y el fallo a su favor fue contundente. Tras esa victoria, Sheeran criticó públicamente lo que llamó reclamaciones de derechos de autor “infundadas” y sostuvo que estas demandas, en su opinión, eran perjudiciales para la industria musical.