Estados Unidos se unirá al plan de Australia de reconstruir la antigua base naval Lombrum, levantada durante la Segunda Guerra Mundial en la isla Manus, en Papúa Nueva Guinea, según lo ha anunciado el vicepresidente estadounidense Mike Pence en la cumbre de la APEC.
«Trabajaremos con estas dos naciones [Australia y Papúa Nueva Guinea] para proteger la soberanía y los derechos marítimos en las islas del Pacífico», afirmó Pence este sábado. «Y pueden tener confianza de que EE.UU. continuará defendiendo la libertad de los mares y de los cielos», agregó.
El anuncio se produce en medio de las tensiones entre Washington y Pekín en un contexto de guerra comercial y de disputas sobre las rutas marítimas en el mar de la China Meridional, destaca Bloomberg.
Por otra parte, Washington y Canberra tratan de contrarrestar la influencia creciente del gigante asiático en el Pacífico. En esta región —donde Canberra tuvo una influencia incomparable durante décadas— China ha empezado a emitir cada vez más préstamos y ha emprendido proyectos de infraestructura en varias naciones, observa el medio.
Lombrum fue construida durante la Segunda Guerra Mundial como base naval estadounidense, desempeñando a partir de entonces un papel clave en la estrategia de Washington en el Pacífico. Tras abandonarla EE.UU. en 1946, la instalación pasó a Australia y en 1974 a Papua Nueva Guinea.
El 1 de noviembre, el primer ministro de Australia Scott Morrison declaró que su país cooperaría con Papua Nueva Guinea en la reconstrucción de Lombrum, en medio de las especulaciones sobre la intención de Pekín de construir allí su propia base. Según analistas, citados por Reuters, una presencia china en la isla Manus podría afectar a la capacidad de Occidente de navegar por el Pacífico y ofrecería un acceso cercano a las bases estadounidenses en Guam.