Un reciente estudio elaborado por la agencia de cooperación estadounidense USAID confirma que países de América Latina se decantan por modelo denominado «Bukele».
El informe confirma que países como Chile, Costa Rica, Uruguay, Ecuador, Perú entre otros, desean se replicar un modelo que brinde los resultados de seguridad idénticos a los de El Salvador.
Actualmente, El Salvador se sitúa por primera vez entre los países más seguros del mundo. Este cambio se atribuye a la reciente ofensiva del presidente contra las pandillas. El Salvador supera así a países como Suiza, Islandia o Luxemburgo.
Los salvadoreños viven ahora en un territorio libre de pandillas y con una tasa de homicidios entre las más bajas del planeta. En 2015, El Salvador era catalogado como el país más violento del mundo con una tasa homicida de 105 por cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales.
Cuando Nayib Bukele entró a la presidencia en junio de 2019, la tasa de homicidios era de 38 por cada 100.000 habitantes, según datos de la mesa tripartita conformada por la Policía, la Fiscalía y Medicina Legal.
Una de las primeras medidas de Bukele para combatir este flagelo fue el Plan Control Territorial que dio inicio 20 días después de que llegara a la silla presidencial, y las cifras bajaron.
«Con la entrada del Plan Control Territorial hubo un cambio en el manejo de la seguridad pública. Llegamos a imponer récord en la baja de homicidios», dijo en 2021 el ministro de Defensa de El Salvador, René Monroy, tras registrar una disminución en la tasa a 18 por 100.000 habitantes.
Por otra parte, la Asamblea Legislativa aprobó el 27 de marzo de 2022 la medida del régimen de excepción, que contempló de inmediato la detención sin orden judicial, la ampliación del tiempo máximo de detención administrativa de 72 horas a 15 días, la intervención de las telecomunicaciones y varias reformas penales. Esto fue a raíz de una ola de asesinatos ordenados por pandilleros, que ese fin de semana que dejó más de 80 homicidios.
Igualmente, la Asamblea, de mayoría afín al partido Nuevas Ideas, fundado por Bukele, depuró a jueces mayores de 60 años y creó 10 nuevos juzgados especializados para que conocieran los casos de detenidos en el régimen de excepción.
En reformas al Código Penal y Procesal Penal se introdujo además la figura de “juez sin rostro”, que permite eliminar los nombres de los jueces o cualquier otra información que pueda identificarlos en los casos contra detenidos en el régimen de excepción.
Además, fueron aprobados los “juicios colectivos” para condenar a grupos de personas pertenecientes a una misma estructura delictiva, evitando con ello que la Fiscalía demore en presentar pruebas contra cada uno de los acusados.
Las reformas también castigan con 10 años de cárcel a los niños que hayan cumplido 12 años y que, siendo miembros de pandillas, sean acusados de agrupaciones ilícitas. Si tienen 16 o 17 años, la pena es de hasta 20 años de prisión.
Para los detenidos, Bukele inauguró una megacárcel con capacidad para hasta 40.000 reos, y a la vez duplicó la planilla del Ejército de 20 mil a 40 mil efectivos.
Este modelo ha sido motivo de análisis en gabinetes de seguridad de otros países que buscan acabar con el crimen organizado en sus países, según el estudio de USAID.
Sr.pte.nos esta esperando el grupo de los BRICS y el país tendrá financiamiento en el BANCO DE DESARROLLO DEL BRIC será savia acción.
Si siguen el mismo modelo, son corruptos.