China lanzó dos misiles durante sus recientes ejercicios militares alrededor de Taiwán, así lo confirmó este jueves una fuente de seguridad taiwanesa.
El despliegue de fuerzas incluyó una cantidad récord de aviones militares, buques de guerra y navíos de la guardia costera en lo que representa la cuarta serie de maniobras de gran escala en los últimos dos años. Estas acciones buscan presionar a Taiwán para que acepte las demandas de soberanía de Beijing.
Según el Ministerio de Defensa de Taiwán, parte clave de los ejercicios chinos fue un simulacro de bloqueo marítimo. El funcionario taiwanés que reveló la información, bajo anonimato, afirmó que estos ejercicios representan una “seria amenaza”, aunque descartó que indiquen una guerra inminente.
“Si China llega a bloquear el estrecho de Taiwán o los puertos taiwaneses, causará un caos en el orden comercial internacional”, advirtió.
El régimen chino, liderado por Xi Jinping, ha intensificado sus acciones militares alrededor de Taiwán en un intento de amedrentar a la isla y forzarla a someterse.
El presidente taiwanés Lai Ching-te, convocó una reunión de emergencia tras las maniobras chinas, las cuales involucraron el despliegue de 125 aviones y 34 buques militares. Según las autoridades de la isla, 90 de esos aviones ingresaron en la zona de identificación de defensa aérea, lo que llevó a las fuerzas armadas taiwanesas a elevar sus niveles de alerta.
“Podemos imaginar cuánta presión ejerció esta operación sobre el ejército taiwanés”, comentó el funcionario isleño.
Este tipo de acciones se han repetido en varias ocasiones desde 2022, cuando China comenzó a realizar ejercicios militares de gran magnitud en respuesta a la visita de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a Taiwán.
Esa visita marcó un punto de inflexión en las tensiones del estrecho, ya que Beijing expresó abiertamente su enfado y aumentó las maniobras en la región. Desde entonces, China ha realizado ejercicios similares en mayo de 2023 y nuevamente en esta ocasión, como parte de su estrategia para mantener presión sobre Taiwán y la comunidad internacional.
Beijing no oculta su objetivo de retomar el control sobre Taiwán, a la que considera una provincia bajo su soberanía. El régimen comunista ha reiterado su disposición a utilizar la fuerza militar si es necesario para recuperar lo que consideran “territorio perdido”.
Sin embargo, Taiwán, que se gobierna de forma autónoma desde el fin de la guerra civil china en 1949, ha dejado claro que no acepta las reclamaciones de China. En el Día Nacional de Taiwán, el presidente Lai Ching-te afirmó que “China no tiene derecho a representar a Taiwán”, lo que provocó una fuerte respuesta del régimen chino.
La creciente militarización de la región ha encendido las alarmas en la comunidad internacional, dado el papel crucial del estrecho de Taiwán en el comercio global.
Un posible bloqueo o conflicto en la zona afectaría gravemente el tránsito de mercancías, generando un impacto económico mundial. Mientras tanto, la isla sigue preparándose ante la amenaza, recibiendo el respaldo de naciones como Estados Unidos, que ha reafirmado su compromiso con la defensa de Taiwán ante cualquier agresión militar del régimen comunista chino.