En medio de un panorama lleno de incertidumbre y tensiones internas, la Selección de fútbol de Bélgica enfrentará los próximos duelos contra Francia e Italia sin dos de sus figuras más prominentes: el capitán Kevin De Bruyne y el delantero Romelu Lukaku. La noticia fue reportada por los diarios belgas Le Soir y Sudpresse, que confirmaron que ambos jugadores decidieron hacer una pausa en su participación con los Diablos Rojos.
No obstante, también habrían asegurado que esto no significa un adiós definitivo, ya que ambos aspiran a formar parte del equipo en el Mundial 2026.
La renuncia de De Bruyne y Lukaku llega en un contexto de mucha tensión, especialmente debido a la inestabilidad en la relación entre el arquero Thibaut Courtois y el seleccionador, Domenico Tedesco. El jugador del Real Madrid, un emblema del equipo,estuvo al margen de las convocatorias tras un desencuentro con el técnico italo-alemán. La situación se agravó cuando Courtois abandonó una convocatoria alegando una lesión, algo que Tedesco desmintió públicamente. Posteriormente, el experimentado arquero expresó abiertamente que no volvería a la selección mientras Tedesco continúe al mando.
En lo que respecta a Lukaku, el delantero no estuvo presente en los últimos dos encuentros de septiembre por motivos personales, ya que en ese momento se encontraba resolviendo su fichaje por el Napoli. El técnico, sin embargo, trató de minimizar los daños y mantener un tono conciliador en sus comunicaciones. En declaraciones anteriores comentó sobre Lukaku: “Cuento con el máximo goleador histórico de Bélgica para el futuro”. A pesar de ello, la situación sigue siendo tensa.
Ahora fue el turno de Kevin De Bruyne, quien no ha estado exento de la polémica. Tras el último partido contra Francia, el capitán de Bélgica dejó ver su frustración con una declaración que, en retrospectiva, parece premonitora: “Puedo aceptar que no somos tan buenos como en 2018, soy el primero en decirlo, pero no puedo tolerar la forma en que jugamos esta noche”. Esta frase fue interpretada como una crítica directa al planteamiento táctico y al equipo técnico, avivando aún más las especulaciones sobre su posible retiro de la selección.
Declaraciones que despertaron más polémica después de que se hiciera pública una secuencia en la que parecía decir “Ik Stop” (Lo dejo), haciendo alusión a una posible retirada de la selección.
Domenico Tedesco afronta ahora un desafío significativo al tratar de mantener la cohesión y el desempeño del equipo sin tres de sus estrellas clave. Bélgica se prepara para disputar contra Italia el 10 de octubre en Roma y contra Francia el 14 de octubre en Bruselas, en el marco de la Liga de Naciones.
Cabe recordar que Thibaut Courtois también ha dejado claro su punto de vista en una declaración abierta, en la que se dirigió a los aficionados belgas: ”Siento un inmenso amor y orgullo por representar a mi país en la cancha, así como a cada uno de ustedes que apoyan a los Diablos Rojos. Me siento privilegiado por haber tenido el honor de vestir la camiseta nacional, ni en mis sueños más locos podría haber imaginado poder hacerlo más de 100 veces”.
Posteriormente, confirmó que no iba a volver a vestir los colores de Bélgica si Tedesco continuaba en el cargo: “Acepto mi parte de responsabilidad en este asunto. Sin embargo, de cara al futuro, mi falta de confianza en él no contribuiría a mantener el clima de cordialidad necesario. La federación, con la que he mantenido varias conversaciones, acepta mi posición y las razones que me llevaron a esta dolorosa pero coherente decisión. Lamento haber decepcionado posiblemente a algunos aficionados, pero estoy convencido de que es la mejor manera de proceder para Bélgica, ya que cierra un debate y permite al equipo centrarse en la consecución de sus objetivos. Gracias por su inquebrantable apoyo, amor y comprensión”.