El comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán, Abbas Nilforoushan, murió en los ataques israelíes en Beirut el viernes, según confirmó la agencia de noticias oficial del régimen iraní, IRNA. En esa operación falleció el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
Nilforoushan supervisaba el Comando de Operaciones de la Guardia Revolucionaria, que está directamente involucrado en varias operaciones militares y de seguridad, incluida la represión de protestas dentro de Irán y enfrentamientos militares en el extranjero, especialmente en Siria.
El Ejército de Israel anunció este sábado que el jefe del grupo terrorista Hezbollah, Hassan Nasrallah, murió en el bombardeo israelí contra la sede central del movimiento este viernes en los suburbios sur de Beirut. “Hassan Nasrallah está muerto”, adelantó hoy el portavoz castrense para la prensa internacional, Nadav Shoshani, tras una noche de especulaciones después de que el líder chií no diera señales de vida.
En un comunicado castrense más detallado, el Ejército confirmó la muerte ayer de Nasrallah junto a otros comandantes de Hezbollah, entre ellos, Ali Karki, comandante del Frente Sur del grupo chií, que se encontraban en el cuartel general subterráneo de la organización, en los suburbios sur en Beirut conocidos como el Dahye, cuando fue bombardeado.
“El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hezbollah operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel”, dice el texto.
El bombardeo del viernes redujo a escombros seis edificios. “Los bombardeos israelíes arrasaron seis edificios”, señaló una fuente conocedora. Funcionarios israelíes indicaron que, debajo de esos edificios, el grupo terrorista escondía armas y tenía su centro de operaciones.
“Las FDI siguen atacando instalaciones de infraestructura terrorista pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah. Las FDI han atacado más de 140 objetivos terroristas de Hezbollah, incluidos lanzacohetes dirigidos contra civiles israelíes, edificios en los que se almacenaban armas, armamento estratégico, instalaciones de producción de armas y otras instalaciones de infraestructura terrorista, algunas de ellas empotradas debajo de edificios residenciales en la zona de Beirut. Las FDI siguen operando para degradar y desmantelar la infraestructura y las capacidades terroristas de Hezbollah”, indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.
El ataque se produjo poco después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pronunciara su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Israel debe derrotar a Hezbollah. Ese grupo hizo que pueblos del norte de Israel se convirtiesen en ciudades fantasma. Preguntensé cuánto lo tolerarían ustedes si les pasara. He venido aquí a decirles que ya no lo toleraremos. No descansaremos hasta que nuestros ciudadanos puedan regresar a sus hogares”, indicó.
“Hezbollah coloca misiles en escuelas y hospitales, pone en peligro a su propia población. No estamos en guerra contra el pueblo de Líbano, estamos en guerra contra Hezbollah”, aclaró; al tiempo que acotó: “Esta semana, las FDI destruyeron enormes porcentajes de cohetes de Hezbollah construidos con apoyo de Irán. Eliminamos a altos mandos y seguiremos degradando a Hezbollah hasta que se alcancen nuestros objetivos. Estamos decididos a eliminar la maldición del terrorismo”.
Por último, manifestó: “En esta batalla entre el bien y el mal no tiene que haber equívocos. Nosotros nos defendemos a nosotros mismos pero también a todos ustedes”, le dijo a las delegaciones de los países del mundo. Y concluyó con una fuerte crítica: “En este recinto (de la ONU) se pinta el bien como si fuese el mal y el mal como si fuese el bien”.