La justicia estadounidense se querella contra el máximo líder de Hamás, Yahya Sinwar y otros cinco líderes de la organización palestina. El fiscal general del país, Merrick Garland ha decidido este viernes querellarse contra estos seis dirigentes por las acciones del 7 de octubre y sus actividades previas.
La denuncia del fiscal en un tribunal federal incluye los delitos de terrorismo, conspiración para el asesinato y hasta lavado de activos. «Como se describe en nuestra denuncia, esos acusados, armados con armas, apoyo político y financiación del Gobierno de Irán y apoyo de (Hezbolá), han liderado los esfuerzos de Hamás para destruir el Estado de Israel y asesinar civiles en apoyo de ese objetivo», aseguró Garland en una declaración.
La decisión se justifica asimismo en la acusación de asesinato de ciudadanos estadounidenses durante y antes de ataque del 7 de octubre en el que Hamás mató a al menos 1.200 personas. El departamento de justicia estadounidense explico que se les acusa de «financiar, dirigir y supervisar una campaña de varias décadas para asesinar a ciudadanos estadounidenses y poner en peligro la seguridad nacional de EE. UU.».
También se tuvo en cuenta que Hersh Goldberg-Polin, ciudadano estadounidense de 23 años, se encontraba entre los seis rehenes hallados muertos el pasado fin de semana en Gaza. Al respecto, en rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre afirmó que «Hamás tiene aún más sangre estadounidense en sus manos y eso es lo que queremos asegurarnos. Como usted me dijo, los líderes de Hamás pagarán por este crimen».
Tres de los acusados están muertos
El fiscal Garland ha reconocido que tres de los acusados están muertos. Se trata del ex líder de Hamás, Ismail Haniyeh, quien según el grupo fue asesinado en julio en Teherán; el jefe del ala militar, Mohamed Deif, a quien Israel asegura haber matado en un ataque aéreo en julio; y Marwan Issa , un comandante militar adjunto que Israel mató en un ataque en marzo.
Aparte de Sinwar, también se encuentran vivos Khaled Meshaal, que tiene su base en Doha y dirige la oficina del grupo en la diáspora; y Ali Baraka, un alto funcionario de Hamás con base en el Líbano. En su comunicado, el departamento de Justicia estadounidense también se refirió a Irán como uno de los principales aliados de Hamás.
«Los atentados de Hamás han desempeñado un papel importante en la campaña regional y mundial del Gobierno de Irán de apoyo al terrorismo para debilitar y, en última instancia, destruir tanto a Estados Unidos como a Israel» aseguran.
Los nuevos cargos contra los líderes de Hamás se conocen a punto de cumplirse 11 meses desde el ataque sin precedentes en suelo israelí. Desde entonces, Israel ha matado desde entonces a más de 40.800 palestinos en la Franja de Gaza , según el ministerio de salud del enclave, sin que haya un acuerdo de paz a la vista.