Egresado de la carrera de ingeniería en sistemas y computación en la Universidad Pedagógica (UPED) y clasificado a los Juegos Paralímpicos París 2024, Mario Sayes, paratleta del Programa Esfuerzo y Gloria, está cumpliendo sus sueños.
Sumado a estos éxitos, Sayes posee en su palmarés una medalla de plata en el Cali 2022 World Boccia Challenger, así como un primer lugar en los Juegos Paracentroamericanos Managua 2018 y un cuarto lugar en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019.
El paratleta debutará en los Juegos Paralímpicos este 29 de agosto, cuando entre en acción en el pool A de la clase deportiva BC2. El salvadoreño buscará su clasificación a la siguiente ronda ante Watcharaphon Vongsa, de Tailandia; Robert Mezik, de Eslovaquia; y el francés, Faycal Meguenni.
Sayes, de 23 años, es hijo de María Sayes de Sayes, fisioterapeuta, y Mario Sayes, ingeniero electrónico. A pesar de que ha tenido que enfrentar diversas situaciones complicadas, Mario siempre ha encontrado motivación para afrontarlas con valentía.
“Mi vida ha tenido altos y bajos como la de todos, pero con la diferencia que la mía comenzó desde que nací, ya que mi madre tuvo complicaciones en su embarazo, lo que provocó que yo naciera con parálisis cerebral espástica. Pero gracias al respaldo de mi familia, a los trabajos de rehabilitación a los que me sometí, a la práctica deportiva y respaldo que brinda el INDES, soy la persona que ven ahora, un poco más independiente y con sueños por cumplir”, manifestó Sayes.
El paratleta, originario de San Salvador, aseguró que cada etapa de su vida ha sido un reto que ha superado con esfuerzo, constancia y con la paciencia que sus padres han tenido durante su rehabilitación. El paratleta considera que mejorar en su desarrollo personal ha sido un éxito compartido.
“Mi discapacidad es secuela de la parálisis cerebral y es secuela porque estuve y estoy en rehabilitación; de no haberlo hecho, estuviera en peores condiciones, y eso ya es una bendición. Comencé mi proceso desde muy pequeño, cuando tenía meses de nacido, y mis padres estuvieron al pie del cañón siempre, llevándome a hospitales públicos y privados para no dejar a medias mi recuperación”, explicó Sayes.
Gracias a sus éxitos deportivos, Sayes forma parte del Programa Esfuerzo y Gloria (E&G) que impulsa el INDES, el cual brinda respaldo económico para que pueda, entre otras cosas, asistir diariamente a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva Inclusiva, en Ayutuxtepeque.
En cuanto a la parte académica, Sayes tuvo la oportunidad de aprobar cursos de edición de video y del idioma inglés, este último le ha permitido desempeñarse como traductor de su delegación cuando ha tenido que viajar al extranjero para competir.
La práctica de la boccia se sumó por casualidad a sus etapas de aprendizaje y evolución en 2016. El paratleta relató que, por situaciones del destino, en un paseo por un centro comercial, conoció a Héctor Vega, actual presidente del Comité Paralímpico de El Salvador (Copesa), quien lo invitó a participar en un campamento deportivo.
“La boccia fue el primer encuentro que tuve con el deporte. El día que conocí a Héctor (Vega) me ofreció participar de un campamento en la Villa Centroamericana, para él yo tenía capacidades para practicar baloncesto o natación, y su sorpresa fue grande cuando vio que me incliné por boccia”, recuerda Sayes.
Según el paratleta, el gusto por el boccia nació de dos motivos importantes: el primero, porque exigía poco esfuerzo físico; y el segundo, por ser un deporte de mucha exigencia mental.
“No es un deporte de exigencia física, es más mental, y a mí siempre me ha gustado tener que exigirme en eso. Este deporte apenas comenzaba en el país y me gustó la idea de ser de los primeros en practicarlo acá. A mí madre no le gustó mucho, pero nunca dejó de apoyarme, al principio quien me llevaba a los entrenos fue mi padre, después cambiaron los papeles, pero jamás me han dejado de apoyar”, reiteró Sayes.
Poco a poco, la práctica de boccia transformó de manera positiva la vida de Sayes, ahora es un medio que le motiva a seguir luchando por continuar con su rehabilitación y cosechando triunfos a nivel deportivo.
“Para mí jugar boccia es el medio por el que puedo demostrarme que soy capaz de hacer lo que sea cuando doy todo mi esfuerzo y empeño. Creo que los límites solo los pone la mente. Asimismo, creo que me da la oportunidad de aplicar estas experiencias adquiridas en otras áreas de mi vida, llámese estudio o trabajo”, declaró el destacado paratleta.