La estrella del pop, de 43 años, es conocida en todo el mundo desde que era muy joven, pero casi tres décadas después de comenzar su carrera musical asegura que la fama «nunca ha sido su objetivo» y que sólo quiere compartir «amor y creatividad» con su trabajo.
Así lo declaró a la revista Paper: «Tengo muy buen sentido del humor. Al fin y al cabo, no me tomo a mí misma y a la fama tan en serio. Estoy en esto por el amor y la creatividad, y por cómo puedo conectar y difundir mensajes. Pero en cuanto a la fama en sí, nunca ha sido mi objetivo. Esa es la parte más frustrante para mí: tener que dar más de mí cuando soy una persona tan reservada, especialmente en la era de las redes sociales. Todo el mundo quiere algo de ti».
La cantante de ‘Beautiful’, que apareció en ‘El club de Mickey Mouse’ a principios de los noventa junto a Britney Spears y Justin Timberlake antes de lanzar su carrera como cantante con ‘Genie in a Bottle’, en 1999, se dio cuenta muy desde muy joven que no podría «aspirar a la perfección total» y, de todos modos, no quiere parecer demasiado pulida.
Christina -que tiene a Max, de 16 años, con su ex marido Jordan Bratman, y a Summer, de 10, con su prometido Matt Ruttler- añadió: «Pero al tener tanta historia en el negocio, aprendí muy pronto que es imposible aspirar a la perfección total y complacer a todas las personas en todos los sentidos. Soy perfeccionista, pero hay un elemento de crudeza que me encanta de las actuaciones en vivo. Ser demasiado estratégico hace que se pierda el elemento de vivir el momento como artista. Soy una extraña yuxtaposición de cosas, pero ahora más que nunca me siento cómoda con la idea de dejarme llevar. Y también tienes que ser un ejemplo para tus hijos. No puedes derrumbarte, van a pasar muchas cosas, todo se puede complicar. Así que intento mantener un espacio mental positivo para ellos».