Hamás y otro grupo armado palestino reclamaron el lunes la autoría de lo que parecía ser un intento fallido de ataque en Tel Aviv, que mató al hombre que llevaba la bomba e hirió a un peatón.
La explosión, que se produjo mientras los mediadores trabajaban en un acuerdo de cese el fuego en la devastadora guerra entre Israel y Hamás, era un sombrío recordatorio de la sucesión de ataques suicidas palestinos que mató a cientos de israelíes durante la Segunda Intifada hace dos décadas. Los grupos armados que reivindicaron la explosión dijeron que pensaban realizar más.
En la explosión del domingo por la noche, la bomba pareció estallar antes de tiempo. El supuesto agresor aparecía en imágenes de seguridad caminando por la calle con una gran mochila justo antes de la explosión.
El objetivo podría haber sido una sinagoga cercana, según dijeron medios israelíes que citaron a agentes de policía.
En un comunicado publicado el lunes, la rama armada de Hamás dijo que ellos y la rama militar del grupo palestino Yihad Islámica eran los responsables de la explosión y amenazó con seguir atacando “mientras continúen las masacres de la ocupación, el desplazamiento de civiles y la continuación de la política de asesinato”.
La policía israelí y la agencia de seguridad Shin Bet dijeron en un comunicado conjunto que el suceso era un ataque terrorista que implicaba “un potente explosivo”. No identificaron al agresor ni dieron un motivo.
“Sabemos que el cuerpo mutilado no es el de un peatón inocente, sino del que llevaba la bomba”, dijo el subcomisario Peretz Amar, jefe de policía del distrito de Tel Aviv.