La vicepresidenta de Ecuador y embajadora en Israel, Verónica Abad, acusó este miércoles al presidente Daniel Noboa y a su Gobierno de cometer presuntamente violencia política contra ella, e incluso aseguró sentirse amenazada y temer por su vida.
La funcionaria dijo declararse víctima de abuso de poder y hostigamiento para forzarla a dimitir y que el mandatario evite tener que delegar en ella temporalmente la Presidencia en caso de que decida presentarse a la reelección.
Abad compareció este miércoles en una videoconferencia ante la comisión parlamentaria que investiga presuntas irregularidades en la administración pública.
«Yo sí temo por mi vida, más todavía en el momento en el que estoy. Hoy responsabilizo mucho más al presidente Daniel Noboa Azín y a sus ministros por cualquier atentado o ataque contra mí o mi familia, o contra el equipo de trabajo cercano que tengo», declaró Abad en la videoconferencia.
«Por supuesto que me siento amenazada, (…) se han dedicado perseguirme a mí y a mis colaboradores. Han tenido que cambiarse de domicilios y de líneas telefónicas. Han recibido mensajes persecutorios. Tengo ataques cibernéticos no sólo a mis redes personales, sino a las redes institucionales», abundó.
El distanciamiento entre Noboa y Abad comenzó en la campaña de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2023, y la ruptura se plasmó tras la investidura, cuando el gobernante, en una de sus primeras decisiones como mandatario, la envió como embajadora a Israel, una misión que habría abierto la puerta de su destitución en caso de negarse.
Desde entonces, Abad señaló que «la violencia política (hacia ella) ha sido una constante en este Gobierno, a vista y paciencia de la opinión pública, de políticos, de jueves, de fiscales, de periodistas y autoridades».
«Hay claramente el uso y el abuso de la estructura pública para el ataque de una persona, basado en el engaño, la calumnia, las actitudes perversas, las difamaciones… para tapar la incapacidad de un Gobierno», indicó la vicepresidenta.
«Yo resistiré, no voy a ceder ante tanto atropello. Voy a respetar el equilibrio y el orden constitucional. Por eso estoy aquí (en Israel). Me han querido tener desterrada, secuestrada y censurada», añadió en referencia a la instrucción de la Cancillería de no declarar sin su consentimiento previo.
Hijo en libertad bajo fianza
Entre esas presiones mencionó la retirada de su seguridad personal y la detención y encarcelamiento de su hijo Sebastián Barreiro por una denuncia de corrupción en las oficinas de la Vicepresidencia.
Por este caso, Barreiro estuvo en prisión preventiva durante alrededor de tres semanas en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, de la que salió tras pagar una fianza de 20.000 dólares.
Luego, la Fiscalía quiso incluir a Abad en la investigación al señalar que había encontrado indicios de su participación en el presunto delito imputado a su hijo, pero el pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento) no aprobó el levantamiento de la inmunidad para que pasase a la condición de investigada, lo que causó la protesta del Gobierno contra la oposición.
Seguidamente fue denunciada ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por una presunta infracción al hacer campaña electoral antes del inicio establecido, cuando buscaba ser alcaldesa de la ciudad de Cuenca.
Abad también se refirió a las diversas declaraciones de integrantes del Gobierno como las del viceministro de Gobierno Esteban Torres, quien llegó a señalar que sería un peligro que la vicepresidenta asumiese las funciones presidenciales.
También respondió a unas recientes declaraciones de Noboa en las que señaló que no le hará falta destituir a Abad porque ella sola se irá.
«Aquí estoy, parada y firme, trabajando día a día por mi Ecuador y por esa función que me delegaron», dijo la vicepresidenta.
«¿Qué sigue? ¿Qué va a intentar ahora el presidente? Porque cada mañana amanezco pensando qué va a hacer. ¿Cómo me voy a defender a la distancia en la que me encuentro y en la soledad? ¿Qué va a hacer para evitar el orden constitucional? Claramente, no es la voluntad de él encargar la Presidencia», apuntó.
Asimismo, rechazó tajantemente que desde la Presidencia se haya deslizado que la razón del distanciamiento de Noboa con ella fuese haber recibido a nombre de él dinero de empresarios para la campaña electoral.
«Eso es nada más una pieza de los ataques agresivos y viles, de los muchos que he recibido por parte del presidente Noboa y su gabinete, acompañado de todas esas granjas de troles», apostilló Abad, quien se declaró víctima de un «linchamiento brutal y mediático».