Cole Hocker protagonizó la gran sorpresa del atletismo de los Juegos Olímpicos al eclipsar por más de tres segundos su mejor registro personal para derrotar los favoritos Jakob Ingebrigsten y Josh Kerr por el título de los 1.500 metros. El estadounidense ganó la carrera con un récord olímpico de 3 minutos y 27.65 segundos, emergiendo del quinto puesto al primero en los últimos 300 metros y superar a los dos corredores cuya rivalidad había acaparado la atención en la previa.
Hocker venía de ser sexto en los Juegos de Tokio 2020 y séptimo en el último Mundial, por lo que no asomaba entre los favoritos al oro. Sin embargo, derrotó a Kerr por 14 centésimas de segundos. En tanto, Ingebrigsten, quien marcó el ritmo durante los primeros 1.250 metros, acabó en el cuarto puesto por detrás del estadounidense Yared Nuguse.
Aproximadamente una hora después de esa sorpresa, Estados Unidos se apuntó una victoria que había sido ampliamente pronosticada cuando Gabby Thomas aceleró en la curva para ganar el título de los 200 metros con una diferencia de 25 centésimas, mucho más amplia a la de Hocker. Matt Centrowitz había sido el último estadounidense en coronarse en los 1.500, en Río de Janeiro. Y es la primera vez que los estadounidenses colocaron a dos hombres en el podio de los 1.500 desde Estocolmo 1912.
Todas las miradas estaban puestas en Ingebrigtsen, el reinante campeón de Noruega que quería mandar un mensaje, y Kerr, el británico que le derrotó en el Mundial del año pasado en Budapest. Desde esa victoria, Kerr y Ingebrigtsen han estado lanzándose dardos. Uno de ellos fue que Kerr sostuvo que Ingebrigsten apenas ha ganado carreras con la ayuda de marcadores de ritmo, algo que no se permite en carreras de esta magnitud.
Ingebrigtsen se apoderó del liderato inmediatamente y se mantuvo al frente por las primeras tres vueltas y media, con Kerr alternándose entre el segundo y tercer puesto, reservándose para lanzar un ataque para rebasar Ingebrigtsen en la recta final, como lo hizo el año pasado.
“Desde luego que he cometido un error táctico al no haber podido disminuir mi ritmo en los primeros 800″, dijo Ingebrigtsen. Mientras el noruego y el británico se sacaban chispas, Hocker — alguien más pequeño que los dos favoritos, luchaba por encontrar un espacio. Intentó colarse por el interior, pero Ingebrigtsen le tapó. Hocker se reacomodó y esperó para intentar otra vez. Tanto él como Kerr, quien iba por fuera, dejaron atrás a Ingebrigtsen, y luego Hocker superó al británico para llegar primero a la meta.
La victoria de Hocker, además, supone nuevo récord olímpico, arrebatando dicho honor al propio Ingebrigtsen, que lo poseía desde el 7 de agosto de 2021, en Tokio, cuando ganó con 3:28.32.