El actor de 53 años protagonizó el clásico de culto de 1998 junto a Edward Norton en el papel de dos amigos que necesitan ganar al póquer para saldar rápidamente una gran deuda, y ha revelado que tanto él como su coprotagonista están dispuestos a hacer una secuela para explorar cómo ha cambiado el mundo que rodea el juego en los últimos años.
Durante una intervención en el programa ‘The Rich Eisen Show’, el actor habló de los proyectos que quiere realizar a través de su productora junto con Ben Affleck, Actors Equity: «Hemos estado hablando durante años. Queremos hacer una segunda película de ‘Rounders’. Han pasado tantas cosas en el mundo del póquer en los últimos 25 años, que sería divertido actualizar a esos tipos».
Matt reveló que los guionistas originales de la cinta, David Levien y Brian Koppelman, tenían una idea para crear una secuela hace una década, pero ahora necesitaría una actualización.
Y añadió: «Tenían una película lista para rodar en ese momento, pero ha cambiado el mundo del póquer desde entonces, así que no he hablado con ellos sobre lo que harían, pero sé… que lo que tenían hace 10 años era fantástico, y estoy seguro de que podrían aumentar y rodar con los tiempos y actualizarlo a este momento y hacer algo grande».
Sin embargo, el actor de ‘Los instigadores’ admitió que hay cuestiones de derechos en juego que podrían impedir la realización de la cinta.
Dijo: «Hay que averiguar la cadena de titularidad y a quién pertenece. Todo el mundo tiene la sartén por el mango, así que tenemos que encontrar la manera de llegar a un acuerdo que tenga sentido para todos, especialmente para la gente que va a hacerla, porque en Artists Equity, eso es lo que nos importa, el reparto y el equipo. Hemos intentado averiguarlo porque creo que a todos nos gustaría hacerlo».
Aunque a ‘Rounders’ no le fue bien en taquilla tras su estreno, Matt cree que el público tiene ganas de una secuela.
Así lo afirmó: «Es una de esas películas que se estrenaron y no funcionaron bien. Cuando se estrenó, fue como un bombazo, pero la gente la descubrió más tarde. Cuando eso ocurre, la gente se siente dueña de ella, como si dijera: ‘Eh, es mi película’. Yo defendí esa película incluso cuando nadie más lo hacía’. Así que parece que hay mucha buena voluntad detrás. Pero tenemos que averiguar si podemos hacerlo realidad».