Alegría, ilusión, satisfacción y desahogo son las sensaciones que experimentó Óscar Ticas, atleta del Programa Esfuerzo y Gloria del INDES, al confirmarse su participación en el tiro con arco recurvo de los Juegos Olímpicos París 2024 y será el primero de ocho atletas salvadoreños que tendrá acción en la capital francesa.
Perseverancia y coraje marcaron la ruta clasificatoria del máximo representante de arco recurvo salvadoreño que venció la adversidad de una sanción deportiva en 2016 y, ocho años después, ajusta su arco y afina la puntería para disparar por primera vez en la máxima fiesta deportiva del planeta.
“Mi alegría fue inmensa, fue satisfacción propia, porque he intentado cinco veces clasificar a los Juegos Olímpicos y tenía esa presión propia. Cuando recibí la noticia se me salieron las lágrimas”, explicó el deportista, residente en Merliot, Santa Tecla.
Después de una base de entrenamiento en Madrid, España, Ticas iniciará competencias este 25 de julio en la ronda clasificatoria y tendrá como entrenador a Roberto Hernández, campeón panamericano en Lima 2019 y Santiago 2023 en arco compuesto.
El salvadoreño será uno de los 64 arqueros que dispararán en el campo de tiro montado en “Explanada de los Inválidos”.
El arquero de 37 años fue el quinto de ocho atletas de El Salvador confirmados por el Comité Olímpico de El Salvador con boleto a París 2024, que en su caso será mediante una carta de universalidad.
“Perseverar y no rendirme define mi clasificación, mi meta ya está cumplida que es clasificar y solo queda disfrutar el momento; todos los entrenos han valido la pena, pero todavía no ha terminado, el camino sigue hasta los Juegos Olímpicos y mi objetivo es hacer un buen papel”, aseveró.
La carta de universalidad fue otorgada a Ticas por mejor puntaje en el ranking mundial en los eventos internacionales que se realizaron por medio de la ruta de clasificación olímpica, por avanzar a etapas de semifinales en dichos eventos y atleta más destacado, según informó la Federación Salvadoreña de Tiro con Arco.
En el presente Ciclo Olímpico, Óscar Ticas buscó la clasificación directa en el Clasificatorio Olímpico Continental de las América que se realizó en Medellín, Colombia, en abril, y semanas atrás compitió en el Final Individual Qualification Tournament que se llevó a cabo en Antalya, Turquía.
“Es satisfacción propia, es un desahogo de decir al fin lo logré, fue un desahogo propio y decir que todo lo que hice valió la pena. Nadie me va a quitar esta felicidad y es lo mejor que he hecho. Yo siempre dije si logré clasificar una vez, creo que puedo volverlo a hacer y algo bueno tuve que haber hecho en el proceso”, destacó.
Hace ocho años, el arquero salvadoreño experimentó similar emoción al obtener la clasificación, de manera directa, para los Juegos Olímpicos Río 2016, pero no pudo concretar el sueño de representar al país y todo terminó un episodio triste luego de ser suspendido por un año de toda actividad deportiva luego de dar positivo por Clostebol.
Esta sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) llegó a su cuerpo luego de aplicarse un cicatrizante para una laceración en su pierna tras un partido de fútbol con sus amigos.
“Me tocaban seis años de suspensión, pero nos defendimos y comprobamos que no lo hicimos con dolo y la sustancia entró a mi cuerpo por un cicatrizante, pero al final me suspenden por un año y me quitaron la clasificación a Río 2016”, lamentó.
El atleta explicó que fue el momento más difícil de su carrera deportiva, pasó unos siete meses sin disparar una flecha y dejó de contar con las becas y estímulos deportivos, pero el apoyo de su familia fue clave para no retirarse del deporte.
“El momento más complicado fue cuando me comunicaron que tenía doping positivo, vos sabes que no has hecho nada malo. Te quedas en shock, te pones erizo y no te lo crees. Fue lo más duro, Pasaba encerrado en mi cuarto, mis amigos llegaban y me animaban que iba a superar esto. Mi mamá me dijo que no iba a desechar mi carrera por un año de suspensión. Fue una tristeza, me esforcé tanto para poder hacer el sueño olímpico”, dijo.
Las actividades con el grupo Zona Samba Batucada y el Ministerio Evangélico Exploradores del Rey, y por supuesto, el apoyo de su familia le ayudaron al atleta a sobrellevar la situación.
“Mi familia me apoyó mucho cuando me castigaron, mi mamá, mis hermanos, mis tíos, el núcleo familiar fue lo que evitó que yo me rindiera y soltara el tiro con arco. Mi mamá me apoyó mucho y cuando le dije que había clasificado a París llegué a casa y la abracé, fue un momento muy emotivo porque ella sabe lo que me ha costado llegar hasta aquí y bueno solo queda disfrutar el momento”, explicó.
Óscar volvió a disparar en una competencia oficial hasta 2017 cuando participó en el clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Guatemala.
“Yo llegué con el temor de que van a decir mis amigos en la arquería, yo pensaba que dirían ´Ahí viene el tramposo´, ´Van a hablar a mis espaldas” pero pasó lo contrario, mis amigos me saludaron, me animaron a echarle ganas y lo más importante es que creyeron en mí”, comentó.
Flechas y samba
Óscar Ticas proviene de un grupo familiar en el que su madre Betty Sofía Ticas tomó el liderazgo del hogar y le inculcó coraje, optimismo y perseverancia.
“Mi padre nos dejó como a los tres o cuatro años, crecí con un hermano mayor y mi madre, cuando yo tenía 11 años mi madre tuvo otra pareja y crecimos con otro hermano pequeño, también el padre de mi hermano menor se separó de mi mamá. Somos cuatro hermanos.
El inicio de Ticas en el tiro con arco se remonta en los años 2000 y su primera experiencia con este deporte fue gracias un programa de reclutamiento de atletas de la Federación Salvadoreña de Tiro con Arco (FESTA).
“La federación iba a las escuelas y colegios a hacer exhibiciones de tiro con arco y se hizo un convenio con la institución donde yo estudiaba (en el Complejo Educativo Walter Soundy), dejaban a un entrenador por lo menos dos o tres meses para poder darnos clases para todos los alumnos que quisieran”, recordó.
Un par de disparos fueron suficientes para que Óscar quedará fascinado por el arco y las flechas. Fue el entrenador Francisco Silva quien le recomendó ir a entrenar a la FESTA.
El arquero salvadoreño también recordó que uno de sus referentes en este deporte fue Cristobal Merlos, a quien vio disparar cuando recién venía de participar en los Juegos Olímpicos Sidney 2000.
“Lo vi en el Polideportivo, yo le dije a mi entrenador ‘hey, y quién es él’, me emocionó tanto al verlo que en ese momento comenzó mi pasión por este deporte, me impactó el verlo disparar”, expresó el atleta.
Paralelo al tiro con arco y en su etapa estudiantil, Óscar probó en otros deportes y practicó atletismo, balonmano y polo acuático, este último también era uno de sus deportes preferidos, pero finalmente se decidió por el tiro con arco.
En 2002 participó en su primer Campeonato Panamericano de Tiro con Arco del cual El Salvador fue sede. “Nosotros como país sede ganamos el campeonato con medallas y copas, yo disparé en la categoría cadetes y dije de aquí en adelante trataré de seguir representando siempre a El Salvador”, expresó.
Ticas también pertenece a un grupo de música brasileña denominado “Zona Samba Batucada” que actualmente está conformado por 11 personas. “Comenzó con un grupo de seis amigos, empezamos a tocar y conforme pasó el tiempo se unieron más amigos. Actualmente voy cuando tengo tiempo y nos contratan. La música también ha sido un desahogo para mí cuando estoy estresado, no le llamo trabajo a eso, porque no es muy rentable, pero cuando puedo voy y tocamos. Lo disfruto”, explicó.
El salvadoreño también dedica tiempo a enseñar la práctica del tiro con arco a un grupo de jóvenes y pertenece al Ministerio Evangélico Exploradores del Rey. “Hacemos campismo, caminatas. hago estas actividades desde que era pequeño. También soy un mentor para los chicos y la música me sirve de escape”, mencionó.