Un reo se fugó tras un espectacular asalto a un furgón penitenciario en Francia, en el que murieron al menos dos agentes, indicaron las autoridades, que prometieron una respuesta enérgica. El ataque, con embestida de un vehículo y disparos con «armas de grueso calibre», según fuentes policiales, tuvo lugar este martes (14.05.2024) hacia las once de la mañana en un peaje de Incarville, en la región de Eure, en el noroeste de Francia.
«Un convoy penitenciario ha sido atacado», escribió en la red social X el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti. «Dos de nuestros agentes penitenciarios murieron, tres están heridos de gravedad», añadió el ministro, que prometió hacer «todo» para «encontrar a los autores» del ataque. Las autoridades francesas han puesto en marcha una gran operación policial para intentar encontrar a los autores del asesinato de dos agentes penitenciarios.
«Se está haciendo todo lo posible para encontrar a los autores de este crimen y que se haga justicia en nombre del pueblo francés», afirmó el presidente, Emmanuel Macron, que se dijo «conmocionado» por el ataque. El ministro de Justicia afirmó que es la primera vez desde 1992 que un agente de la penitenciaría es asesinado durante el cumplimiento de sus funciones.
Según otra fuente policial, el ataque fue perpetrado por un comando de individuos que emplearon dos vehículos. Uno de estos vehículos fue hallado «carbonizado» después de los hechos. El ministro del interior, Gérald Darmanin, dijo que dio instrucciones para que se movilicen «cientos de policías y de gendarmes» y que den con los autores del ataque.
La Gendarmería señaló que su unidad de élite, el GIGN, estaba yendo al lugar para buscar al preso evadido, y sus cómplices. Tras el ataque del furgón penitenciario, se abrió una investigación el martes por «asesinato y tentativa de asesinato en banda organizada (que puede ser penada con prisión perpetua), evasión y banda organizada, adquisición y porte de arma de guerra y asociación para delinquir con miras a cometer un crimen».
El convoy penitenciario no llevaba escolta policial o de la Gendarmería, que sólo acude si lo pide la administración penitenciaria. Pero el traslado del detenido escapado, Mohamed Amra, de treinta años y condenado por robo y por «secuestro que provocó muerte», no estaba considerado peligroso.
El suceso conmocionó a Francia, donde los asaltos por bandas organizadas a furgones blindados de transporte de fondos eran muy habituales en los años 70 y 80, pero este tipo de ataques habían caído ya en el olvido.