Victoria Eugenia Henao, viuda de Pablo Escobar, reveló que el capo colombiano de la droga abusó sexualmente de ella y la incitó a abortar, sin su consentimiento, cuando apenas tenía 14 años.
Escobar conoció a Henao, la hermana de uno de sus mejores amigos, cuando esta tenía 13 años. Dos años más tarde, se casaron. El hombre que aterrorizó a Colombia era 11 años mayor que su esposa.
Pero antes del matrimonio, la viuda de Escobar vivió uno de los peores momentos de su vida, según cuenta en su libro ‘Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar’, que será publicado el próximo 15 de noviembre y del cual el diario Daily Mail consiguió una copia adelantada.
En el libro, Henao relata que cuando tenía 14 años y Escobar 25, su entonces novio un día la «abrazó» y la «besó», dejándola «paralizada» por el miedo, porque ella «no estaba preparada, no sentía malicia sexual» y «no tenía las herramientas adecuadas para entender lo que significaba ese contacto íntimo e intenso».
La mujer, que en la actualidad tiene 57 años, cuenta que tres semanas después de ese encuentro comenzó a sentirse «extraña», pero no se le ocurrió que pudiera estar embarazada.
- Aborto no consentido
Unos días después, Escobar la visitó para preguntarle cómo se sentía y le pidió que lo acompañara a la casa de una mujer, en una zona remota y desolada de Medellín (Colombia).
Al llegar, una señora mayor la saludó y le pidió que se acostara en una camilla, e inmediatamente le insertó varios tubos de plástico en el vientre, de los que se usan para canalizar venas, y le dijo que serviría como prevención.
«¿Prevención de qué?», dice Henao que le consultó. La respuesta de la señora fue: «Podrías estar embarazada». Luego le recomendó tener mucho cuidado y que sacara los tubos una vez que comenzara a sangrar.
«Los días siguientes dormí con esos tubos extraños dentro de mí y me vi obligada a ir a la escuela de esa manera para que mi madre no sospechara nada», cuenta. Además, fue un desafío ocultarlo, en una familia de ocho hermanos y un baño.
«Tenía un dolor intenso, pero no podía decirle nada a nadie», explica la mujer, que solo le rogaba a Dios que su situación terminara pronto. Y así fue.
En el libro, Henao también cuenta otros secretos, como el dinero que juntaron sus enemigos para asesinarlo y cómo la familia corrió con otra suerte.