Los equipos de emergencias continuaban este jueves las labores de rescate de más de cien personas atrapadas tras el fuerte terremoto que sacudió este miércoles la costa este de Taiwán, el cual dejó nueve muertos y más de 1.000 heridos.
Según los últimos datos del Centro de Respuesta a Emergencias citados por la agencia estatal de noticias CNA, el sismo provocó un total de 2.471 incidentes de diversa magnitud por la isla, la mayoría de ellos en el condado oriental de Hualien, la ‘zona cero’ del sismo.
Las autoridades trabajan en la búsqueda de 147 personas atrapadas o incomunicadas por los múltiples desprendimientos de roca registrados tras el terremoto, el mayor que ha sufrido Taiwán desde 1999.
Unas 65 personas permanecen varadas en áreas mineras de Hualien, sin que todavía se haya podido precisar si estaban dentro o fuera de las minas en el momento del sismo.
Otras seis personas fueron rescatadas la mañana de este jueves en helicóptero en la región minera de Hejen.
La alcaldesa Hsu Chen-wei dijo previamente que 48 edificios residenciales resultaron afectados. Algunos de los inmuebles quedaron inclinados en ángulos pronunciados después de que sus primeros pisos se vinieron abajo.
Asimismo, 47 empleados de un hotel y 24 turistas continúan atrapados en los alrededores de una cueva del Parque nacional Taroko, aunque imágenes tomadas por drones sugieren que la mayoría de ellos se encuentra fuera de peligro.
El número de heridos por el terremoto ascendió a 1.050 en las últimas horas, mientras que la cifra de muertos-cinco mujeres y cuatro hombres- no ha variado desde este miércoles.
El presidente electo y actual vicepresidente de la isla, Lai Ching-te, visitó el condado de Hualien este miércoles y señaló que el Gobierno central ya destinó 300 millones de dólares taiwaneses (9,37 millones de dólares, 8,64 millones de euros) a las autoridades locales para facilitar las labores de reconstrucción y socorro.
Durante varias horas después del sismo, la televisión transmitió imágenes de vecinos y rescatistas que ayudaban a las personas a salir por las ventanas de edificios dañados, en donde la sacudida trabó las puertas.
El sismo, cuya magnitud fue de 7,2 según la Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán y de 7,4 de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, ocurrió a las 7.58 del miércoles (23.58 GMT del martes) en el mar, concretamente 25 kilómetros al sureste de Hualien.
Este terremoto es el más intenso que ha sufrido Taiwán desde el 21 de septiembre de 1999, cuando un temblor de magnitud 7,6 acabó con la vida de 2.416 personas.
Taiwán se asienta en la confluencia de las placas filipina y eurasiática, por lo que los terremotos son frecuentes en la isla.
Estados Unidos ofreció a Taiwán “toda la ayuda necesaria” y una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional afirmó que están monitoreando “la información sobre el impacto del terremoto en Taiwán” y “su posible repercusión en Japón”.
La presidenta Tsai Ing-wen, pidió coordinación entre las agencias locales y centrales y anunció que el ejército iba a dar apoyo en las labores de rescate y asistencia.
Las autoridades desplegaron excavadoras para retirar las rocas que bloqueaban las carreteras hacia Hualien, según imágenes de las cadenas locales.
Las vías que conducen a esta ciudad atraviesan numerosos túneles y las autoridades temen que hayan quedado atrapados vehículos en su interior.
“Debemos verificar minuciosamente cuántas personas están atrapadas y socorrerlas rápidamente”, dijo a la prensa el vicepresidente Lai Ching-te, que asumirá el cargo de presidente en mayo.