El joven salvadoreño Levi Sandoval quien cumplió su sueño de conocer a Lionel Messi cuando vino al país con el Inter Miami, viajó a España para ver al Fútbol Club Barcelona, la invitación fue hecha oficialmente por el arquero alemán Marc-André ter Stegen.
Levi, quien padece de síndrome de Russell-Silver (RSS), pudo salir a la cancha junto a Lionel Messi en el juego que la Selecta disputó contra Inter Miami este año.
Leví Sandoval, de 16 años, nació en Santo Tomás a 20 minutos de la capital de San Salvador con el síndrome Russel-Silver que le ha impedido crecer y tener un peso normal.
Y el pasado 19 de enero, cuando El Salvador enfrentó a Inter Miami en el Cuscatlán, cumplió su sueño de conocer a Lionel Messi alguien que de niño tuvo un padecimiento como el suyo.
«De millones nace un niño con ese síndrome», explica su mamá Dulce María Sandoval, «cuando Leví nació pesaba dos libras y le daban sesis meses de vida nada más», añade en el reportaje de Juan Carlos Díaz Murrieta y Jonatán Ávila transmitido por TUDN.
Leví se identificó entonces desde la televisión con Lionel Messi porque de alguna manera era como él.
«Empecé a ver la historia de él. Y me di cuenta que tenía el mismo problema de pequeño. Que no producía la hormona de crecimiento», explica el propio Levi.
«Entonces él ha asimilado, ha asociado su situación de que a él también le ponen la hormona de crecimiento. Él dice que ni le duele porque dice que a Messi tampoco le dolía cuando se la inyectaban» comenta doña Dulce María.
En Lionel Messi, Leví encontró un camino hacia adelante, la admiración por él lo motiva a diario.
«Le ha servido para ponerse metas y para poder decir que va a salir adelante al igual que Messi. Para Leví, Messi ha sido una especie de mentor, alguien que pueda imitar y ser triunfador», asegura su papá de Leví, Julio Melara.
Así su mamá se comprometío a cumplir su sueño.
«Conocerlo (a Messi) y poder salir a la cancha de la mano con él», dice Leví sobre lo que buscaba de Messi.
Y lo consiguió, previo al juego pudo conocer a Jordi Alba, Sergio Busquets y Luis Súarez quienes le autografiaron balones y playeras.
Más tarde, su sueño se hizo realidad. Conoció a Mési el día del partido. De la mano de él, caminó hasta el centro del Cuscatlán y cantó el himno de El Salvador.