Los actos religiosos más concurridos de la Semana Santa iniciaron ayer, acompañados de un despliegue del Sistema Nacional de Protección Civil, enfocado en brindar seguridad y asistencia a los feligreses que participan en estos.
“Estamos ejecutando una de las estrategias que están contempladas en el Plan Verano 2024, que es brindar atención a todas las personas que participan en los eventos religiosos”, afirmó el director general de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, quien supervisó junto a otros funcionarios el despliegue que acompañó la “procesión del silencio” de la iglesia El Calvario, en el Centro Histórico de San Salvador, una de las más concurridas del país.
“La Semana Santa tiene esa connotación, no solamente es propicia para hacer actividades de veraneo y turismo, sino que se copa de actividades que son meramente religiosas”, sostuvo el director Amaya, quien enfatizó en la importancia de desplegar acciones preventivas y de respuesta a emergencias durante estos eventos.
Personal del Equipo Táctico Operativo de Protección Civil, del Cuerpo de Bomberos y del Sistema de Emergencias Médicas mantuvo presencia a lo largo de la “Procesión del Silencio” en el Centro Histórico, en cuyo recorrido también fueron colocados puntos de hidratación.
Por su parte, el director del Cuerpo de Bomberos, Baltazar Solano, quien también acompañó este despliegue, destacó la importancia de mantener una supervisión sobre los niños en este tipo de eventos, enfatizando en que estos son más vulnerables en el contexto en el que se desarrollan.
“Las procesiones al mediodía son espacios donde tenemos mucho sol, es mejor no llevar a los niños, muchas veces la deshidratación es mayor”, ejemplificó el funcionario.
El gobernador del departamento de San Salvador, y presidente de la Comisión Departamental de Protección Civil en esa jurisdicción, Eduardo Godoy, destacó la importancia de reforzar estos dispositivos en los días de mayor importancia de la Semana Santa, coincidiendo el feriado del sector público y privado.