“Una fractura no común”, así definió Mariana Salazar, atleta de nuestro Programa Esfuerzo y Gloria, la rotura de clavícula que sufrió hace un par de semanas durante una competencia en el Downhill del Volcán 2024 en Antigua Guatemala.
En el podcast “En la Zona”, proyecto multimedia del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), Mariana confirmó que sobrelleva un tratamiento preventivo de cáncer e intenta volver al downhill.
Debido a esa lesión, la máxima figura del downhill salvadoreño fue operada e hizo una pausa obligada en su regreso a la élite del ciclismo después de una lucha contra el cáncer de mama.
“Cuando caí sentí que era una fractura de clavícula, al principio no me creían porque no estaba tirada de dolor. Fue una fractura no común, la clavícula se me quebró en tres partes, el hueso quedó flotando prácticamente estaba muy cerca de la arteria y de los pulmones”, detalló la ciclista.
Fue la segunda vez que Salazar sufre una intervención quirúrgica por fractura de clavícula, después de que en septiembre de 2020 sufriera una y también rotura de ligamentos del hombro izquierdo durante su participación en la tercera fecha de las copas francesas, que se disputó en la localidad de Metabief.
“Yo tenía un gran hematoma en el cuello y eso es lo que hizo un poco complicado todo. Cuando el doctor vio la radiografía me dijo este tipo de facturas solo al 3% le ha pasado, es rarísimo y vamos a ver cuando abramos cómo logramos sacar esos pedacitos de hueso que estaban entre los músculos y la nervios”, amplió la atleta sobre la lesión.
La deportista ya había realizado su competencia de downhill El Volcán 2024, pero explicó que se sintió atraída por la prueba de salto posterior al evento.
“Me subí a la bicicleta de nuevo y el viento empezó a soplar bastante fuerte en el salto, empecé a pedalear y sentí la fuerza del viento, pedaleé más fuerte para hacer el salto, lo pensé en milésimas de segundos y bueno me frenó el viento y le caí corta a ese salto, las suspensiones amortiguaron todo y después me catapultaron hacia el frente, como un clavado de natación, después de un salto de 60 kilómetros por hora y 20 metros. Me sentía débil, pero para mí fue un exceso de confianza y me fue mal”, expresó.
Salazar inició su carrera en downhill a los 13 años y desde 2019 se ha consolidado en la máxima figura de este deporte extremo.
“A mi siempre me molestan que nunca hago las cosas a medias y hasta en las quebraduras se confirma, no me puedo quebrar la clavícula como todos, que se rompe hacia arriba, yo no y fue operación complicada, pero aquí estoy. El casco se veía raspado de afuera pero de adentro estaba con fisuras. La verdad, me golpeé bastante”, recalcó la atleta.
“En Europa estamos en invierno, yo quería venir y subirme a la bicicleta y decidí venir, competí, pero publiqué en las redes que no me había sentido bien. Los tratamientos que me han dado recientemente me han cansado muchísimo, me sentía débil y tenía bastantes señales de que no competiría, pero por la mentalidad de atleta, quise competir”, mencionó.
En octubre de 2019, Salazar estuvo décima en el ranking mundial élite y fue la mejor ciclista panamericana de downhill. Además en su palmarés destacan varios títulos panamericanos.
Sobre su lucha contra el cáncer de mama, Salazar explicó que recibió 14 sesiones de quimioterapia en cinco meses, también 25 sesiones de radioterapia y actualmente sobrelleva un tratamiento de hormonoterapia, programado para cinco años.
En septiembre de 2022, Salazar informó que padecía cáncer de mama y se sometería a un tratamiento y fue hasta un año después cuando pudo volver a la alta competencia con la participación en la Copa Mundial de Les Gets, en Francia. En octubre del año pasado participó en el Campeonato Panamericano de Downhill 2023, que se desarrolló en la ciudad de Cusco, Perú, donde ganó medalla de plata.
“Competi y me fue mal, nunca había bajado tan lento iba piedra por piedra y me sentía mareada, no veía los obstáculos, la velocidad me mareaba y hasta evité el salto de meta de 20 metros, al terminar la carrera me fui a descansar un rato, después había un evento de salto de hacer unos trucos, era más show porque una de mis cualidades en este deporte son los saltos, a mí me gustan mucho y soy bastante buena en eso”, mencionó.
En plena fase de recuperación de su operación de clavícula y un nuevo tratamiento preventivo de cáncer, Salazar mantiene sus votos con el downhill.
“Yo pasé 10 meses en tratamiento fuerte de cáncer, había llegado a recuperar mi condición física y había entrenado bastante bien, fui al Panamericano el año pasado y me fue super bien, pero después me llamaron del hospital para cambiar de tratamiento y me aconsejaban un medicamento más fuerte. Fue un gran choque, me costó asimilarlo porque me había ilusionado, pero dije que con los meses lograría acostumbrame. La vida me enseñó que todavía no estaba lista para subirme a la bicicleta y exigirle tanto a mi cuerpo. Tengo un tratamiento preventivo y hormonal, y eso me causa cansancio y me siento débil”, dijo.
La ciclista salvadoreña reside en Francia desde 2012, a donde viajó con 18 años para estudiar comercio internacional, pero al final se estableció de manera permanente.