La Reina del Pop ha revelado a su público que tuvo una conversación con Dios en un encuentro muy cercano con la muerte. En medio del primero de cinco conciertos con todas las entradas agotadas en Los Ángeles, Madonna ofreció a los asistentes esta semana una mirada íntima a su reciente lucha contra una severa infección bacteriana que la llevó al coma inducido durante cuatro días a mediados del año pasado.
Durante un emotivo momento en su actuación en el Kia Forum como parte de su gira Celebration World Tour, la legendaria artista compartió íntimos detalles sobre su proceso de recuperación, su motivación y el apoyo incondicional de su familia y equipo médico. “Este espectáculo de cada noche no es tan duro para mí físicamente. Es duro para mí emocionalmente porque estoy contando la historia de mi vida. Llevo el corazón en la manga”, dijo.
El episodio de su hospitalización en 2023 marcó un momento crítico en su vida, enfrentándose a lo que describió como una “experiencia cercana a la muerte”. “Me he caído de muchos caballos y me he roto muchos huesos… pero nada puede detenerme”, reveló la intérprete de Like A Prayer. Al despertar del coma, aseguró ante su público que su primera palabra fue un firme “No”, el cual se trató de una respuesta hacia alguien más.
Lo que siguió fue un asombroso relato ligado a lo paranormal, pero contado en tono jocoso por la cantante. “Estoy bastante segura de que era Dios diciéndome: ‘¿Quieres venir? ¿Quieres subir conmigo? No’”, dijo Madonna, desatando las risas de sus seguidores. Esta respuesta, según relató, fue su rechazo a abandonar este mundo.
La estrella pop también reveló conversaciones con su mánager de toda la vida, Guy Oseary, durante su estancia en el hospital, donde su pasión por su arte y su determinación por volver a los escenarios se hizo evidente. “Me dijo: ‘Bueno, ¿cuándo crees que quieres volver de gira?’ Me saqué el oxígeno de la nariz. Le miré y le dije: ‘¡Dentro de dos jodidos meses!’ Simplemente lo dije. A veces sólo tienes que decirlo y lanzarlo al universo. Y sucede”, continuó.
A lo largo de su recuperación, Madonna enfrentó incontables desafíos, desde la falta de energía hasta la dificultad de realizar tareas simples como caminar a su patio trasero para tomar el sol, recomendación de uno de sus médicos que asistió a su concierto en Los Ángeles. En medio de la sinceridad del momento durante el concierto, la cantante de 65 años aprovechó para darle crédito en todo su proceso.
“Llamaba cada dos días y le preguntaba por qué no tenía energía, cuándo iba a recuperarla. ¿Cuándo iba a volver a sentirme yo misma? ¿Cuándo podré volver a salir de gira?”, contó a la audiencia. “Lo único que me decía era: ‘Sal a tomar el sol’… Me costaba tanto caminar desde mi casa hasta el patio trasero y sentarme al sol. Sé que parece una locura, pero era difícil”.
Como una persona que se ha declarado durante varias ocasiones como “controladora”, este difícil proceso de bajar el ritmo enseñó a la emblemática artista el valor de relajarse y aceptar que no siempre podrá controlar todo lo que esté a su alrededor: “Es algo extraño no sentir finalmente que tenía el control, y esa fue mi lección: dejarme llevar”.
En una mención emotiva, la superestrella dejó relucir su lado más tierno y sensible al confesar que sus hijos Lourdes, Rocco, David, Mercy, Stella y Estere fueron quienes le dieron la fuerza para regresar a los escenarios tras su gran susto de salud. “Mis hijos son lo que realmente me ayudó a salir adelante porque trabajaron muy duro. No quería defraudarles, así que me puse una fecha. Y esa fecha se hizo realidad”, dijo.
De hecho, Madonna ha venido incluyendo a sus hijos en el espectáculo de cada uno de sus shows durante toda su gira Celebration World Tour. Mercy tocó el piano mientras su madre cantaba Bad Girl, Estere actuó como DJ animando al público durante Vogue, una de las secciones favorita de los fans; Stella apareció en el escenario durante Don’t Tell Me y David cantó y tocó la guitarra en Mother and Father.