El Liverpool hizo la tarea para coronarse campeón de la Copa de la Liga de Inglaterra tras vencer al Chelsea 1 – 0 con un gol en el minuto 119 en tiempo extra. El neerlandés Virgil van Dijk fue el héroe en Wembley con su gol y Luis Díaz fue uno de los más destacados con su ímpetu, por lo que se llevó su premio.
Tras un gol anulado al propio Van Dijk, una expulsión perdonada a Moisés Caicedo, dos palos, infinitas ocasiones y un Liverpool que tuvo que recurrir a varios adolescentes por la falta de jugadores, Jürgen Klopp lo volvió a hacer y da un título más, quien sabe si el último a su club.
Con suspense, a un minuto de otra tanda de penaltis, pero de forma merecida, el Liverpool vuelve a levantar un trofeo que ya ganó hace dos años contra el mismo rival. Esperar goles era poco más que una utopía, con los precedentes anteriores, las finales de Copa de la Liga y FA Cup de 2022, ambas acabadas en la tanda de penaltis tras sendos 0-0.
Es cierto que poco se parecen estos equipos a los de hace dos años, en el caso del Liverpool por las infinitas bajas y en el del Chelsea por le reconstrucción de 1.000 millones llevada a cabo por Todd Boehly, pero la sensación de que no iba a haber muchos goles seguía ahí.
Con un Liverpool sin un tridente titular, con Cody Gakpo, Luis Díaz y Harvey Elliott y el Chelsea, acostumbrado a no ver puerta, el partido fue un carrusel de emociones.
Dramático, electrizante por momentos, caótico en otros tramos del juego, así se vivió la gran final de la Copa de la Liga inglesa entre el Liverpool y el Chelsea, que en 90 minutos de juego no lograron romper el cero en el marcador.
Las imprecisiones de cara al arco se impusieron, los arqueros de los dos bandos fueron claves y dos goles anulados por el VAR se llevaron el protagonismo de un duelo en el que el colombiano Luis Díaz demostró que soporta la presión y se puede hacer cargo del ataque de un equipo de talla mundial.
A Luis Díaz le tocó ponerse el overol para trabajar por su equipo en el mítico estadio de Wembley, en Londres. El guajiro, que fue titular en el cuadro de Jürgen Klopp, tuvo que comandar el ataque de Liverpool tras las ausencias del uruguayo Darwin Núñez, el egipcio Mohamed Salah y el portugués Diogo Jota.
Encendido empezó el colombiano, la primera clara del partido llegó de sus pies con un disparo de pierna derecha, que hizo trabajar al arquero serbio Dorde Petrovic, quien estiró su mano para evitar la caída de su arco.
Sobre el 24 del primer tiempo, Klopp sumó otro dolor de cabeza. Gravenverch se lesionó en su rodilla tras un golpe con el ecuatoriano Moisés Caicedo. El holandés se fue en camilla y Kavanagh ni revisó la jugada en el VAR ni sacó amarilla. Klopp, con doce jugadores en la enfermería, estalló en la banda, no dando crédito a lo que acababa de pasar.
Chelsea hizo el primer aviso en el minuto 31, Raheem Steling anotó gol tras un contraataque feroz, pero la anotación fue invalidada tras el fuera de juego que encontró el VAR del delantero Nico Jackson, quien fue el que le puso el centro al inglés.
Gakpo tuvo un cabezazo al palo, Elliott una volea peligrosa y van Dijk un gol que nadie protestó. El holandés, en una falta lateral botada por Andy Robertson, cabeceó el 0-1, calcando un tanto que le hizo al Luton Town entre semana. Se encendieron decenas de bengalas en la grada y se dio por hecho que la diana fue legal.
Hasta que el VAR avistó un fuera de juego posicional de Endo, que molestó a Lewis Colwill para llegar a por el balón. Tras ir Kavanagh al monitor, decidió invalidarlo.
Más incredulidad para Klopp, que tenía que lidiar con el VAR, con el árbitro y con una plantilla en las últimas. Ante la falta de jugadores del primer equipo, tuvo que recurrir como cambios a Clark y McConnell, de 19 años, y a Danns, de 18. En el banquillo incluso esperaba su turno un chico de 16.
Pese a ser un Liverpool de emergencia, con los dorsales 62, 47, 84, 42, 53, 76 y 78 sobre el campo, el equipo de Pochettino no despertó hasta ese gol anulado a Van Dijk. Con olor a bengalas en el aire, Gallagher se encontró con la madera tras un jugadón de Palmer, mientras que Disasi falló, a merced de su calidad de defensa y no de delantero, un balón solo en el segundo palo.
Con el Liverpool acusando el esfuerzo físico y la inevitable prórroga a la vuelta de la esquina, Conor Gallagher erró un mano a mano, un disparo desde dentro del área en el que buscó la escuadra y Nkunku, Palmer y Malo Gusto desperdiciaron una triple ocasión en la que Kelleher tiró de reflejos para salvar al Liverpool en el descuento.
Con un Liverpool adolescente en Wembley, el Chelsea fue incapaz de tomar las riendas del encuentro y capitaneados por un incansable Luis Díaz, los ‘Reds’ fueron superiores en la prórroga, ansiando el premio de un gol que parece maldito en estos enfrentamientos.
Elliott, en un cabezazo en el segundo palo, lo rozó con la yema de los dedos, pero la gloria fue para Van Dijk. El central, en un córner a un minuto del final, apareció como un obús en el primer palo y cabeceó, esta vez sin oposición de la tecnología el tanto que evitó los penaltis y dio su décima Copa de la Liga al Liverpool.
Los ‘Reds’ son el equipo más laureado de esta competición, con dos trofeos más que el Manchester City. Pochettino, sin embargo, continúa sin ganar un título en Inglaterra. El eterno 0-0 al que parecen estar condenadas las finales entre Liverpool y Chelsea fue roto por Virgil Van Dijk.
Segundo título de la Copa de la Liga para el colombiano Luis Díaz con el Liverpool y el cuarto en sus dos años con los reds. El triunfo será una inyección anímica para el equipo de Merseyside, que quiere cerrar el ciclo del DT Jürgen Klopp conquistando la Europa, League, la FA Cup, la Premier League y la Copa de la Liga de Inglaterra, ya cumplió la primera tarea.