El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, emprende este martes una gira por Suramérica para reunirse con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el de Argentina, Javier Milei, con la vista puesta en Gaza, Venezuela y Ucrania.
El jefe de la diplomacia estadounidense visitará estos dos gigantes latinoamericanos en un momento internacional crítico por las consecuencias de la ofensiva israelí sobre Gaza, por el delicado estado del diálogo entre el chavismo y la oposición venezolana, y por las dificultades de Ucrania en el campo de batalla contra Rusia.
“Brasil y Argentina son dos de nuestros socios más importantes en América. La profundidad de nuestras relaciones nos permite trabajar juntos para mejorar la seguridad regional y global”, dijo en una rueda de prensa telefónica el encargado para América Latina del Departamento de Estado, Brian Nichols.
La primera parada de Blinken será en Brasilia, para reunirse con Lula, un líder que ha sido crítico con la posición de Washington ante las guerras de Ucrania y de Gaza.
De hecho, la reunión tendrá lugar en plena crisis diplomática entre Israel y Brasil después de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu declarara a Lula persona non grata por haber comparado la ofensiva israelí en la Franja de Gaza con el Holocausto.
La Administración de Joe Biden apoya la guerra de Israel contra Hamas, pero cada vez ve con más preocupación la crisis humanitaria que la ofensiva ha provocado en Gaza y trata de impulsar la creación de un Estado palestino.
El secretario de Estado quiere aprovechar la buena relación entre Lula y el dictador venezolano, Nicolás Maduro, para salvar los acuerdos de Barbados entre el chavismo y la oposición, que establecieron una ruta para unas elecciones democráticas en el país.
Blinken llegará el miércoles a Río de Janeiro para participar en una reunión de ministros de Exteriores del G20 que servirá para preparar la cumbre de mandatarios que albergará Brasil el próximo noviembre.
En esa ciudad coincidirá con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien también se encuentra de gira por Latinoamérica, con paradas en Cuba y en Venezuela.
Durante la reunión de ministros de Exteriores del G20 del año pasado en la India, Blinken y Lavrov tuvieron un encuentro privado de pocos minutos, el primero entre ambos desde la invasión rusa de Ucrania.
Hasta ahora no ha sido confirmado un cara a cara similar en Río que, de producirse, sería el primer contacto tras la muerte la semana pasada en prisión del líder opositor ruso Alexéi Navalny.
Blinken volará el jueves a Buenos Aires para reunirse con el nuevo presidente argentino, Javier Milei, en lo que se interpreta como un espaldarazo de Estados Unidos al Gobierno ultraliberal del país suramericano.
Blinken estará en Argentina pocos días después de la visita que hizo el subsecretario de Estado Brian Nichols, quien ha alabado el “amplio esfuerzo” de Milei para “reformar la economía argentina”.
El nuevo Gobierno está centrado en un paquete de reformas para desregularizar la maltrecha economía del país y, en política exterior, ha protagonizado un alineamiento con Washington tras los años del kirchnerismo.
Milei invitó a su toma de posesión al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y visitó recientemente Israel para escenificar su apoyo al Estado judío, gestos que Estados Unidos ve con agrado.
Argentina entregó además la semana pasada a Estados Unidos un avión confiscado a Venezuela por violar las sanciones comerciales estadounidenses, lo que provocó la furia de Maduro, quien tachó a Milei de “loco”.
El mundo esta loco, loco, loco.
Gringos hipócritas