Luego de una victoria brutal el pasado verano para una cinta de su tipo, la Oppenheimer de Christopher Nolan escribió su nombre en la historia como una rareza en su tipo logrando cosechar similar éxito en taquilla y en crítica. En esta ocasión, su protagonista, Cillian Murphy, destacó con su deslumbrante actuación como J. Robert Oppenheimer, hecho por el cual se ha llevado esta noche el galardón a Mejor Actor en la categoría de Drama.
Una larga carrera de maduración continua
El viaje de Murphy ha estado marcado por una serie de actuaciones notables que han demostrado su profundidad como actor. Su mirada penetrante e intensidad actoral se han convertido en sinónimos de su carrera, más aún en su interpretación de Tommy Shelby, el protagonista de la exitosa serie británica Peaky Blinders. Pero a pesar de su éxito en cine y televisión, Murphy nunca abandonó su compromiso con el teatro.
El actor irlandés escaló peldaños en la industria del cine gracias a su particular enfoque intelectual y reflexivo del que ha sabido sacar jugo a una amplia gama de personajes. Después de un sólido paso por el teatro, su carrera prometedora comenzó a materializarse con la adaptación cinematográfica de Disco Pigs, una obra que se convirtió en un éxito sorpresivo y lo impulsó al escenario mundial.
Es esta la mejor pareja cinematográfica actual?
Aún con este pequeño éxito, el actor se planteó abandonar su carrera debidos a las dificultades económicas tan sólo algunos meses antes del estreno una de las películas más emblemáticas de su filmografía, 28 días después en 2002. Tres años después llegaría Batman Inicia – 84%, donde colaboraría por primera vez con Nolan.
Este proyecto también le sirvió para convertirse en un rostro fácilmente reconocible en pantalla, poseedor de un je ne sais quoi por demás intrigante, que lo colocó como el intérprete de personajes memorables sin importar cuántos minutos que pasara en pantalla. Paralelamente, el actor continuó engrosando su participación teatral en su natal Irlanda, por lo que su crecimiento profesional nunca se detuvo.
Luego de una larga mancuerna con Nolan, acompañada con proyectos independientes, finalmente llegaría el turno de Peaky Blinders, de la BBC y transmitida para el resto del mundo vía Netflix. Con esto, su estatus como estrella internacional llegaría hasta un nuevo público, alcanzando así la fama mundial. Fue en este momento tan glorioso de su carrera que el papel de la obra maestra de Nolan llegó a él.
Ya como todo un actor experimentado, la cinta basada en la biografía American Prometheus, profundiza en la vida de J. Robert Oppenheimer del físico desde una mirada de absoluta inmersión, un verdadero desafío tanto físico como psicológico para el protagonista de Un Lugar en Silencio Parte II – 93%. Cinco meses de preparación que implicaron una considerable pérdida de peso y un trabajo minucioso de vestuario para capturar la apariencia casi demacrada del científico.
Trabajo consumado
Con mucho menos comunicación verbal de lo habitual con su director, el actor ha revelado en diversas ocasiones la libertad para la experimentación otorgada por Nolan en este proyecto, misma que Murphy supo aprovechar al máximo. Además, muchos de sus compañeros de reparto como Emily Blunt destacaron su compromiso incansable con el personaje, muestra de su total entrega y profesionalismo.
Más de dos décadas plagadas de personajes secundarios —eso sí, muchos de ellos de la mano de Nolan—, finalmente, parecen haber consolidado al actor irlandés como uno de los grandes intérpretes de su generación. Por tal motivo, su rol no será simplemente uno más de sus personajes, sino el que lo llevó a la élite de Hollywood.
Aunque, teniendo en cuenta la naturaleza reservada y artística de Murphy, es muy probable que este no sea su último gran trabajo, pues su propia inquietud por la interpretación lo seguirá llevando hasta nuevas travesías en el cine comercial e independiente. Mismas que llevarán impresas el sello de calidad de su gran nivel interpretativo.