La sonda de la NASA Parker Solar Probe se prepara para realizar un acercamiento histórico al Sol que se prevé para el 24 de diciembre de 2024, viajando a una velocidad récord de 195 kilómetros por segundo. En un hecho sin precedentes, la sonda se aproximará al gran astro a una distancia de solo 6.1 millones de kilómetros, lo que representa el objeto creado por el hombre que más rápido se ha desplazado y que más cerca estaría del Sol.
“Estamos casi aterrizando en una estrella”, dijo en una entrevista con la BBC el doctor Nour Raouafi, científico del proyecto Parker en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
Esta misión, lanzada en 2018, tiene como objetivo investigar más a fondo los procesos solares y mejorar las previsiones meteorológicas espaciales. Durante su aproximación más cercana al Sol, conocida como perihelio, Parker Solar Probe enfrentará temperaturas extremas de aproximadamente 1400 °C en el frontal de la nave.
La estrategia de la sonda incluye un breve período de recolección de datos dentro del ambiente solar protegida por un robusto escudo térmico. La ciencia espera obtener avances significativos en la comprensión de la corona solar y los mecanismos detrás de su supercalentamiento, así como acelerar el flujo de partículas cargadas.
“Esto adquiere una nueva dimensión, sobre todo ahora que pensamos en enviar mujeres y hombres a la Luna e incluso establecer una presencia permanente en la superficie lunar”, declaró el doctor Raouafi, incluso comparando la importancia de esta misión con el alunizaje de 1969 y destacando su significado como monumental para la humanidad.
Además, las implicaciones de esta investigación son fundamentales para la protección de las comunicaciones en la Tierra y la seguridad de los astronautas, especialmente en planes futuros de misiones lunares. El próximo año representa el clímax de la misión Parker; no podrá acercarse más al Sol después de diciembre, en parte porque su trayectoria ya no permitirá el uso de Venus para ajustar su curso.
La doctora Nicky Fox, jefa de ciencia de la NASA y anterior científica líder del proyecto Parker, resaltó que el sobrevuelo del 24 de diciembre permitirá una estancia prolongada en la corona solar, más de lo que se ha logrado en pasadas misiones. “No sabemos lo que encontraremos, pero buscaremos ondas en el viento solar asociadas al calentamiento”, dijo. “Sospecho que percibiremos muchos tipos diferentes de ondas que apuntarían a una mezcla de procesos sobre los que la gente lleva años discutiendo” aseguró.
La misión
La sonda Parker Solar Probe, desarrollada por la NASA, representa una misión sin precedentes en la historia de la exploración espacial, cuyo objetivo principal es estudiar el Sol de cerca. Lanzada el 12 de agosto de 2018, esta nave espacial se diseñó para acercarse a la corona solar más que cualquier otra nave antes, con el fin de recolectar datos valiosos sobre la actividad solar y los mecanismos que impulsan el viento solar y las partículas energéticas solares.
Equipada con una variedad de instrumentos científicos, la Parker Solar Probe examina campos magnéticos, plasma y partículas energéticas, y toma imágenes del viento solar. La nave hace uso de un escudo térmico de carbono compuesto que la protege de las extremas temperaturas y radiación del Sol, permitiéndole operar incluso cuando se encuentra a solo unos 6,16 millones de kilómetros de la superficie solar.
Esta misión, nombrada en honor al astrofísico Eugene Parker, quien propuso la existencia del viento solar en 1958, se ha acercado al Sol más veces de lo previsto inicialmente, extendiendo su duración y aumentando la oportunidad de estudiar los misterios solares con gran detalle. La Parker Solar Probe está prevista a realizar varias órbitas alrededor del Sol, acercándose más con cada paso y enviando datos valiosos que transformarán nuestro entendimiento del astro rey.