Las autoridades locales de la prefectura japonesa de Ishikawa, la más afectada por terremoto de magnitud 7,6 de este lunes, confirmaron hoy que hay 79 personas que todavía permanecen desaparecidas, pasadas las 72 horas del seísmo, un lapso clave para hallar sobrevivientes.
Las localidades con más desaparecidos son dos de las más golpeadas por el temblor: Wajima, donde se desconoce el paradero de 36 personas, y Suzu, con 32 ciudadanos en paradero desconocido, según información de ayuntamientos de Ishikawa recopilada por el diario nipón de mayor tirada, el Mainichi.
El terremoto de magnitud 7,6 que sacudió el lunes la costa occidental del centro de Japón ha dejado al menos 78 muertos, y en las últimas horas, los ayuntamientos han multiplicado también los dispositivos de rescate antes de que se alcanzara el plazo de las 72 horas, tras el cual resulta casi imposible encontrar a personas con vida.
La Guardia Costera japonesa se encuentra también buscando desde hoy con un avión y una lancha a personas que pudieron ser arrastradas por el tsunami que fue provocado por el terremoto, tras recibir un informe de testigos.
Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de las lluvias que están azotando la zona y que podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar también las tareas de rescate.
En Wajima, una de las localidades más afectadas, 44 personas fallecieron, mientras que 23 lo hicieron en Suzu, 5 en la ciudad de Nanao, 2 en Anamizu, 2 en Noto y una persona en Hakui y otra en Shiga.
Hasta este jueves, unos 2.000 efectivos fueron desplazados a esta prefectura, además de 22 aviones y ocho barcos para las actividades de rescate y recopilación de información de daños, el doble de los recursos que se desplegaron en un inicio.
El terremoto que golpeó la península de Noto -una zona en la que se sabe que hay fallas activas- el lunes, tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima y alcanzó el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa, que se centra en el poder destructivo del temblor.
Este terremoto, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto (que dejó más de 200 muertos), es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018, cuando un seísmo alcanzó el nivel 7 en la isla de Hokkaido.