Tarde perfecta para el Manchester City que se llevó un ‘gran premio’ de Belgrado: ganó, pudo dar descanso a sus titulares y cerró la fase de grupos perfecta con un pleno de victorias. El 13º equipo en conseguirlo y el segundo inglés en la historia de la competición. Una victoria conducida por los goles de los dos jóvenes del equipo. Oscar Bobb y la gran sorpresa del once, Micah Hamilton, canterano que debutaba con el primer equipo ‘citizen’ y que abrió el camino para los tres puntos.
Con la ‘pole’ del grupo ya asegurada, Guardiola no quiso arriesgar a ninguno de sus titulares y salió con un equipo repleto de rotaciones. Un once plagado de jugadores jóvenes, otros con poco protagonismo como Phillips e incluso un debutante. Micah Hamilton aparecía en la alineación para sorpresa de todos. Otro producto de la academia ‘citizen’ desconocido para el gran público hasta el momento y que acabó siendo protagonista.
El Estrella Roja salió sin nada en juego tampoco a apretar arriba en una propuesta muy valiente, pero que dejó espacios atrás. Las cabalgadas de Nunes fueron el principal reclamo ofensivo del City hasta que en el minuto 20 Hamilton se sacó una jugada eléctrica. Encaró al defensor, salió por fuera y se sacó un latigazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer el guardameta. Un debut inolvidable.
El otro ‘niño’ se suma a la fiesta
Era el día de los jóvenes. Después del gol de Hamilton, Bobb, se ‘picó’ y quiso también dejar su nombre como uno de los posibles jugadores de futuro para Guardiola. El noruego se marcó un ‘eslalón’ espectacular, se marchó de todos y definió perfecto para poner el balón imposible para el portero serbio. Los dos jóvenes, con 20 años ambos, ponían el 0-2 en el marcador y acercaban esa fase de grupos perfecta.
Mientras el Estrella Roja seguía apretando arriba, Guardiola hacía debutar a otro canterano más, Susoho, pivote defensivo de 18 años que tuvo quince minutos. Apenas tuvo tiempo para posicionarse en el campo cuando vio como el Estrella Roja recortaba distancias. Subía la temperatura el ‘pequeño Maracaná’ que se veía cerca de sacarle un empate al vigente campeón de Europa.
Un gol que sirvió para volver loco un final de partido apasionante. Kalvin Phillips apagaba la temperatura con un gol de penalti forzado por Hamilton. El extremo volvió a sacarse una jugada eléctrica para meterse en el área entre dos defensas y forzar la entrada, inocente, del jugador serbio. Aún tendría tiempo para desatar la alegría de la afición local Katai con un gol al remate de un córner. Finalmente, el City sacó los tres puntos y cerró una fase de grupos perfecta con un pleno de victorias. El campeón de Europa carbura.