El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, que fue condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, ha sido liberado este miércoles por orden del Tribunal Constitucional (TC) del país andino.
El exmandatario salió del penal de Barbadillo poco después de las 6:20 pm, hora local, en una silla de ruedas, con la cara cubierta por una mascarilla. Periodistas en el sitio afirmaron posteriormente que tiene una cánula en la nariz y está conectado a un balón de oxígeno.
En la puerta lo esperaban sus hijos, Kenji y Keiko, así como su nuera Erika. De inmediato abordó una camioneta, en interés de abandonar rápidamente el sitio, rumbo a la residencia familiar ubicada en el distrito de San Borja, en la provincia de Lima.
Kenji declaró ante la prensa que su padre estaba «injustamente privado de su libertad» y transmitió «una profunda gratitud» hacia el exmandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien «tuvo la sensibilidad y empatía» para otorgarle un indulto humanitario.
Empero, cientos de simpatizantes y decenas de reporteros se apostaron en los alrededores de la cárcel para manifestar su respaldo y registrar el momento, lo que dificultó la circulación de una caravana de nueve vehículos que se organizó para acompañar a Fujimori, informaron medios locales.
Las incidencias del accidentado recorrido fueron registradas en directo por Keiko Fujimori en su cuenta de TikTok. En las inmediaciones de su domicilio también lo esperaba un grupo de seguidores, en medio de un operativo policial y varios reporteros que aguardaban su llegada.
Sin embargo, el vehículo en el que se trasladaba el expresidente junto a sus hijos ingresó a la casa y no hubo declaraciones a la prensa.
Decisión controvertida
El martes, el TC dispuso la libertad inmediata de Fujimori, en consideración a su avanzada edad y precario estado de salud. Y en respuesta, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) procedió con la ejecución de la libertad.
La decisión ha levantado una ola de críticas, ya que echa por tierra la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que en 2022 exhortó a Lima a mantenerlo en prisión, para garantizar el cumplimiento del derecho de acceso a la justicia de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, que figuraron como causas principales de su sentencia por delitos de lesa humanidad.
En este contexto, ciudadanos disconformes con el fallo del TC convocaron a través de las redes sociales manifestaciones en el centro de Lima. Mientras, un puñado de seguidores de Fujimori se apostó en las inmediaciones del penal de Barbadillo para celebrar la sentencia del TC con consignas, pancartas y música alusiva al movimiento fujimorista.
Este miércoles, a su salida del penal de Barbadillo, el abogado del expresidente, Elio Riera, avanzó a la prensa local que la familia Fujimori «va a llegar a recogerlo, acompañarlo a su domicilio y viabilizar la excarcelación».
En efecto, tanto Keiko como Kenji Fujimori arribaron a la cárcel situada dentro de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) del distrito de Ate. Además, al lugar se acercaron varios congresistas del partido Fuerza Popular.
Sobre el pronunciamiento de la Corte IDH, Riera opinó que este organismo no puede decidir a quién se libera porque Perú «sigue el principio de soberanía estatal».
Postura internacional
La noche del martes la Corte IDH reiteró al Estado peruano a que «se abstenga de ejecutar la orden del TC» hasta que el organismo interamericano tenga «todos los elementos necesarios para analizar si dicha decisión cumple con las condiciones establecidas en la resolución de la Corte de 7 de abril de 2022».
En un documento suscrito por el presidente de la Corte IDH, Ricardo Pérez Manrique, se notificó al Estado peruano, a los representantes de las víctimas y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó este miércoles como un «revés preocupante para la rendición de cuentas» esta decisión del TC.
«Cualquier liberación humanitaria de los responsables de graves violaciones de derechos humanos debe ajustarse al derecho internacional», afirmó la Oficina dirigida por Volker Türk.
La posición del Congreso
La parlamentaria Patricia Chirinos, del partido Avanza País, aseveró este miércoles que «la CIDH pretende pasar por encima de las instituciones de nuestro país e imponer el capricho de sus aliados ideológicos».
«Es claro que esto no se trata de ‘defender derechos humanos’, sino de un nuevo intento desesperado de la mafia caviar por controlar nuestro sistema de justicia. ¡El Estado peruano debe reafirmar su soberanía!», añadió en X.
Mientras que la congresista Ruth Luque, de Cambio Democrático-Juntos por el Perú, presentó una denuncia constitucional contra los magistrados del TC «por infracción a la Constitución por desconocimiento de normas vinculadas a derechos humanos y por el delito de prevaricato e instigación».
«Claramente sus decisiones desconocen el reconocimiento de derechos fundamentales, han pretendido hacer incurrir en error al juez de Poder Judicial, para finalmente con tres firmas y sin conocimiento del pleno disponer la libertad del condenado Alberto Fujimori», dijo.
En efecto, el magistrado del Tribunal Constitucional, Manuel Monteagudo, aclaró que el resto de miembros no fueron consultados y denunció que no se cumplió el debido proceso, dado que una decisión de este calado debió emanar de un pleno.
«Se ha emitido un segundo auto del cual no hemos tenido conocimiento el resto de los magistrados, es decir, los que votamos en contra», declaró al programa ‘Nunca es Tarde’ de la emisora RPP.
Monteagudo tildó de «preocupante» este accionar y señaló que coloca al Perú en una «situación innecesaria».
Seguidores emocionados
Desde tempranas horas de la mañana, simpatizantes de Fujimori llegaron a las inmediaciones del penal de Barbadillo, en Lima, para saludar la orden del Tribunal Constitucional.
Algunos incluso durmieron en el lugar esperando la salida de Fujimori, reportó el canal ATV Noticias.
«Es mi presidente de hoy, mañana y siempre (…) se merece ser libre, quizás el mejor presidente porque él sacrificó todo para sacar adelante a nuestro país y derrotar al terrorismo», manifestó una mujer.
Casi todo el día se escuchó ‘El ritmo del Chino’, la más famosa canción de campaña electoral de Fujimori, mientras entraban y salían diversas personalidades de Barbadillo.