El mundo del espectáculo despidió al carismático actor Matthew Perry el pasado 28 de octubre, cuando falleció inesperadamente a sus 54 años. Y, como una de las estrellas principales de la serie más exitosa de todos los tiempos, ahora surge la pregunta de qué ocurrirá con su significativo patrimonio, pues no estaba casado y tampoco tuvo hijos. Este, según la información legal, comprende todo lo que poseía, incluyendo bienes inmuebles, inversiones, efectivo y derechos de autor. Bajo el paraguas de estos últimos, destacan los residuales de su participación en “Friends”.
El difunto actor, además, disfrutaba de varios derechos sobre su nombre e imagen, así como sobre el libro de memorias que lanzó en 2022 titulado “Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing”. David Esquibias, Laura Zwicker y Jonathan Forster, tres abogados especializados en sucesiones con sede en California, informaron a People sobre las posibles rutas legales que podría tomar la herencia de Perry.
El primer interrogante gira en torno a quién heredará los pagos residuales de ‘Friends’, pues el eterno Chandler Bing seguirá recibiendo las ganancias post mortem. Según Forster, la industria sindical del gremio de actores permite asignar beneficiarios a estos pagos, y si lo hubiese hecho, habrá enumerado a los beneficiarios específicos que ahora recibirán sus residuales. Pero Esquibias señala que, además de esos pagos, la designación de beneficiarios también involucra bienes inmuebles, cuentas de acciones, bonos, seguros de vida, entre otros. Si hay beneficiarios designados, estos recibirán lo que Perry haya estipulado.
Según los abogados, otra posibilidad es que Perry haya constituido un fideicomiso, un documento privado. Así, la identidad de los beneficiarios finales no se haría pública. A través de este, el actor de “17 Again” podría haber determinado quién tendría derecho a todos sus bienes, incluyendo sus ganancias residuales. No obstante, si no hubiera designado beneficiarios específicos para estos, es el fideicomiso el que estipularía en qué modo se distribuiría su patrimonio.
En California, los activos se transfieren al fideicomiso durante la vida del titular para que, tras su fallecimiento, se distribuyan según las disposiciones estipuladas en dicho fideicomiso, según indica Forster. En este contexto, dice Esquibias, es el fideicomiso de Perry el que determinaría quién hereda qué, una vez que se hayan cubierto los gastos finales y las deudas.
Otra posibilidad es que Perry tuviese un testamento, un documento legal que, al igual que el fideicomiso, determina quién controla los bienes y quién se beneficia de ellos tras la muerte del titular. La principal diferencia entre ambos es que los testamentos están sujetos a la intervención de un tribunal y se hacen públicos, lo cual incluye un inventario de todos los bienes. Esta forma indiscreta convierte a los testamentos en la opción menos probable, al menos en el caso de estrellas tan famosas como Matthew Perry.
Una combinación de testamento y fideicomiso puede ofrecer un proceso de sucesión más ágil y privado. Según Zwicker, el testamento vertido en colaboración con un fideicomiso sería el tipo de testamento más común en un caso como el de Perry. Este permite tratar los activos que no se incorporaron al fideicomiso durante la vida del titular, vertiéndolos al fideicomiso vía testamento tras su fallecimiento.
En caso de que el actor de “Fools Rush In” no tuviera un testamento o fideicomiso, su patrimonio pasaría a litigio en un tribunal testamentario. Sin un plan de sucesión, la ley de California tomaría las riendas para determinar quién tiene derecho a los activos.
Recordemos que Matthew Perry no tuvo hijos y era un hombre soltero. La herencia, por defecto, iría a sus padres, explica Forster. Sin embargo, sus padres pueden optar por renunciar a la herencia en un proceso que debe ser formalizado por escrito y que debe ocurrir durante los nueve meses siguientes al fallecimiento de Perry, para evitar una doble tributación de los bienes heredados. Si esto ocurre, la herencia pasaría a los hermanastros de Perry.
La devastadora desaparición de Matthew Perry deja, por tanto, un entramado de posibilidades legales sobre la distribución de su patrimonio. A todas estas, la última palabra la tienen los documentos privados que Perry pueda haber dejado dispuestos para ventilar su sucesión en privado y proteger su legado, lo cual es probable que haya pasado, dada la personalidad reservada del actor.