El Salvador es libre de malaria desde 2021, según lo certificó la Organización Mundial de la Salud (OMS), gracias a la estrategia de eliminación de esta enfermedad, que se centró en la gestión de casos y en el control de los vectores, basado en un sólido sistema de vigilancia y una amplia red de diagnóstico.
“¡El Salvador es un país libre de malaria! Así lo certificó en 2021 la OMS, reconociendo las acciones que nuestro país realiza para contrarrestar esta enfermedad. En el Día Mundial de la Malaria en las Américas, señalamos la importancia del involucramiento de los distintos actores para cuidar la salud de todos en la región”, destacó el Ministerio de Salud.
Para El Salvador, recibir la certificación como primer país de Centroamérica en quedar libre de malaria, y el tercero en Latinoamérica, ha sido motivo de orgullo.
“Para nosotros es un orgullo esta certificación, donde se ve el fruto de todo el trabajo del personal, de los inspectores anti malaria y de todas las acciones realizadas. Es además un compromiso, porque debemos garantizar que esto sea sostenible y eso se hará a través de la prevención”, aseguró el ministro de Salud, Francisco Alabi.
El trabajo conjunto entre el Gobierno, comunidades, organismos y otros actores ha demostrado que es posible erradicar una enfermedad que en el pasado parecía imposible. El esfuerzo y la dedicación de los equipos de salud ha permitido prevenir nuevos casos de esta enfermedad y salvar así muchas vidas.
La OMS otorga la certificación de la eliminación de la malaria cuando un país ha demostrado que se ha interrumpido la cadena de transmisión autóctona en todo su territorio durante al menos los tres años consecutivos anteriores.
Sin embargo, aunque se cuenta con la certificación, el Gobierno no baja la guardia y mantiene las acciones preventivas, pues en la región aún hay países que luchan contra esta enfermedad, por lo que la vigilancia es importante para mantener los buenos resultados.