Britney Spears ha protagonizado alguno de los momentos más importantes de la cultura pop, y dos ellos están ligados a la gala de los MTV Video Music Awards. Fue allí donde besó a Madonna en 2003 durante una actuación a tres banda con Christina Aguilera y donde dos años antes había ofrecido una de las actuaciones más icónicas de toda su carrera.
Cuando su carrera como princesa del pop estaba en pleno apogeo, Britney interpretó su sencillo ‘I’m a Slave 4 U’ en la ceremonia de 2001 acompañada de un tigre encerrado en una jaula -la misma dentro de la cual arrancó su actuación- y acabó bailando con una serpiente albina.
Esa parte del espectáculo era un homenaje a la famosa escena que Salma Hayek protagoniza en la película ‘Abierto hasta el amanecer’ o ‘Del crepúsculo al amanecer ‘. Viéndola moverse con el pesado reptil sobre los hombros, nada hace sospechar que Britney compartía el miedo a estos animales de la actriz mexicana, que tuvo que recurrir a la hipnosis para ser capaz de rodar.
Sin embargo, por dentro Britney estaba comprensiblemente nerviosa, según ha confesado ahora en Instagram: «La actuación con una pitón albina siempre será una de mis favoritas. Aún recuerdo lo asustada que estaba cuando me entregaron la serpiente y tuve que salir al escenario».
La cantante ha echado la vista atrás para recordar aquel hito en su carrera porque es una de las muchas anécdotas que comparte en su esperado libro de memorias. Sin embargo, también sirve para recordar que antes de que sufriera una crisis nerviosa en 2008 y se la impusiera una tutela legal que duró 13 años, y que acabó convirtiéndola en una especie de meme de sí misma, Britney era una de las artistas más poderosas en directo gracias a su físico propio de una atleta.
Su imagen contoneándose con una pitón al cuello se quedó grabada en la retina de toda una generación de estrellas del pop, que no han parado de emular desde entonces con mayor o menor acierto.
