La andadura de la serie ‘The Idol’, protagonizada por el cantante The Weeknd y Lily-Rose Depp, parecía condenada al fracaso desde la emisión de su primer capítulo. Esta producción de HBO, creada por Sam Levinson, guionista de la exitosa ‘Euphoria’, y el mencionado intérprete, recibió críticas demoledoras a cuenta de la supuesta superficialidad de sus personajes y, sobre todo, por el exceso de escenas sexuales que, a juicio de los expertos y buena parte del público, eran innecesarias, vergonzantes y hasta «machistas».
Ahora, un portavoz de la cadena ha confirmado que ‘The Idol’ no regresará a la pequeña pantalla para una segunda temporada. La noticia no debería resultar demasiado sorprendente, ya que la primera tanda de capítulos, que inicialmente debía contener seis episodios, fue ligeramente recortada para cerrar la temporada con tan sólo cinco. HBO no ha querido entrar en detalles a la hora de dar a conocer los motivos de la cancelación, pero lo cierto es que se dan por supuestos.
«Después de mucha reflexión y consideración, HBO, los creadores y los productores han decidido no seguir adelante con una segunda temporada. Queremos dar las gracias a los creadores, al elenco y a todo el equipo por su increíble trabajo», reza el comunicado que ha compartido el canal con el diario estadounidense The New York Post.
Una de los escasos aspectos positivos que, de la serie, destacaron los críticos fue la sobresaliente actuación de Lily-Rose, hija del extinto matrimonio que formaron Johnny Depp y Vanessa Paradis. El denostado proyecto ha supuesto un significativo tropezón en la carrera actoral de The Weeknd, cuyo nombre real es Abel Tesfaye, pero para la joven intérprete, de 24 años, podría convertirse en todo un trampolín para sus aspiraciones.
Ella, desde luego, está encantada con la serie que ha protagonizado y no ha dejado de defender el enfoque «provocativo» con el que fue concebida la historia, que gira en torno a una insegura estrella del pop que acude a un gurú del bienestar -The Weeknd- tras sufrir una crisis nerviosa y acaba consumida por su poder de seducción. En último término, ella se zafa de esas cadenas para recuperar su independencia y amor propio. «Nunca estuve interesada en hacer algo puritano. Está bien si esta serie no es para todo el mundo. Creo que el buen arte siempre es polarizador», explicaba en conversación con la revista Vogue.
