La tormenta tropical Franklin atravesó el miércoles la República Dominicana y dejó a su paso inundaciones y deslaves, y al menos un muerto y dos desaparecidos.
Franklin comenzó a alejarse lentamente en horas de la tarde de la isla de La Española, compartida por la República Dominicana y Haití, tras descargar fuertes lluvias durante varias horas.
Los meteorólogos advirtieron que la tormenta podría arrojar hasta 30 centímetros de lluvia en República Dominicana, con un máximo de 41 centímetros en las regiones occidentales y centrales. Para Haití estaban pronosticadas hasta 10 centímetros de lluvia y hasta 20 en sus regiones orientales.
“La población de la República Dominicana tiene que estar en este momento, todos, sin excepción, en sus casas, en casas de amigos y familiares o en albergues oficiales”, dijo Juan Manuel Méndez, director de las operaciones de emergencia.
La Defensa Civil identificó al fallecido como Carlos Marino Martínez y señaló que murió en la ciudad de San Cristóbal tras ser arrastrado por las crecidas. La agencia había dicho en un principio que se trataba uno de sus voluntarios, pero más tarde corrigió la información alegando que se había identificado erróneamente el uniforme que llevaba.
No ofreció más detalles. Dos mujeres resultaron heridas en esa ciudad tras un alud y fueron trasladadas a un hospital, dijeron funcionarios.
Más de 350 personas se refugiaron en albergues en la República Dominicana, donde los funcionarios de emergencias dijeron que buscaban a un hombre de 54 años con problemas de salud mental y que desapareció después de saltar a un arroyo el martes por la noche.
Además, José Luis Cabrera, de la Defensa Civil, dijo a Noticias SIN que un adolescente estaba desaparecido tras haber sido arrastrado por un río el miércoles.
“Se tiraron seis y uno de ellos no volvió», afirmó.
Otras 280 personas fueron evacuadas a sitios más seguros y al menos tres comunidades quedaron aisladas por las fuertes lluvias, dijeron las autoridades.
La tormenta también derribó varios árboles y al menos dos postes de luz, y decenas de viviendas se vieron afectadas por las inundaciones que convirtieron las calles en ríos. Las autoridades dijeron que el techo de al menos una vivienda en San Cristóbal colapsó, así como los muros de varios edificios en el país.
“Son muchos los daños”, señaló Méndez.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió el miércoles que unas 125.000 personas en República la Dominicana residen en zonas “extremadamente vulnerables a aludes e inundaciones repentinas porque viven en asentamientos pobres y sobrepoblados cerca de ríos, arroyos y lagunas”.
Hércules Urbáez, un padre de seis hijos de 41 años de Barahona, la ciudad donde Franklin tocó tierra, dijo que él y su familia se fueron a casa de su madre por seguridad.
“La gente se ha negado a salir”, comentó.
Las autoridades cerraron escuelas, agencias gubernamentales y varios aeropuertos, y al menos 25 de las 31 provincias del país estaban en alerta roja. El miércoles había más de 346.000 clientes sin electricidad y docenas acueductos estaban fuera de servicio a causa de las fuertes lluvias, lo que afectaba a más de 1,6 millones de clientes.
En la capital de Santo Domingo, José Abott, un diseñador gráfico de 34 años de edad, vigilaba el nivel de un río cercano a su casa a través de un grupo de WhatsApp: “Siempre se llena de agua”, comentó.
Esta madrugada la tormenta se encontraba a unos 85 kilómetros este-noroeste de Isla Gran Turca, en Turcas y Caicos, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Tenía vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora y se movía hacia el norte a 20 kilómetros por hora.
Franklin no amenazaba ya a ninguna isla del Caribe y se espera que mantenga ese rumbo en el Océano Atlántico y se convierta en huracán el sábado.
Franklin es la séptima tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre. Una octava tormenta con nombre, Gert, se disipó el martes.