El Real Madrid tumbó al Manchester United en el segundo partido de pretemporada gracias a dos obras de arte de Bellingham y Joselu. El centrocampista inglés encarriló el duelo con una delicatessen en el minuto 4 y el delantero se encargó de sellar el triunfo con una chilena espectacular en el 89′. Entre medias, el equipo blanco mostró buenas maneras con la conexión entre Vini, Bellingham, Tchouaméni y Camavinga pero perdió el hilo del partido con el carrusel cambios típico de los amistosos de pretemporada.
Ancelotti introdujo hasta ocho cambios en la alineación titular respecto al primer amistoso contra el Milan pero mantuvo en el once a Camavinga y a Bellingham. El internacional inglés parece la clave de bóveda del nuevo Madrid post Benzema en su posición de mediapunta. Esta vez sus socios de ataque esta vez no fueron Brahim y Joselu sino Vinicius y Rodrygo, síntoma de que Carletto está decidido a darle plaza de mando desde ya.
El ex del Dortmund respondió a la confianza del equipo a las primeras de cambio con un golazo de vaselina en posición dudosa. Bellingham tiró un desmarque a la espalda de la defensa, recibió un pase al espacio de Rüdiger, controló con la zurda y picó el balón ante la salida de Onana. Un golazo con incertidumbre porque la repetición no aclaró si el jugador estaba en fuera de juego.
El tempranero gol asentó a un Madrid bien articulado por Tchoauméni y Camavinga en la base de la jugada y con Vinicius con libertad total para barrer el frente de ataque. El brasileño ha asumido los galones en el Madrid tras la salida de Benzema y fue indetectable para la zaga inglesa pisando zonas interiores y dando vuelo a Fran García, un puñal profundo y preciso cada vez que se atrevió a subir su banda.
Bellingham, más delantero que centrocampista, fue la bisagra por la que el Madrid trató de infiltrarse por la zona de Casemiro, que añoró mucho a alguien a quien darle el balón en zonas de apuro. Solo la falta de finura de Rodrygo y un par de ocasiones erradas por Vini impidieron que el Madrid se fuera con más ventaja al descanso.
En la segunda parte el carrusel de cambios propio de estas fechas desnaturalizó el partido. Ten Hag hizo nueve sustituciones del tirón pero Ancelotti se lo tomó con más calma en busca de algo más de orden. Solo se mantuvieron Camavinga y Vinicius (cambiado en el 70′) pero el partido se convirtió en un correcalles impredecible con más llegadas de un Manchester United más ambicioso y vertical.
El Madrid aguantó el arreón gracias a Militao y Nacho, escuderos de un Lunin de nuevo titular por unas molestias de Courtois. La entrada de Joselu y de Brahim dio aire a los blancos a la contra y los suplentes dieron un paso al frente para cambiar la dinámica del encuentro.
En medio de la ruleta, llegó lo mejor la noche en Houston. Un golazo de chilena de Joselu al filo del minuto 90 a centro de Lucas que selló un triunfo del Madrid de más a menos.