En su última entrevista a la revista Face, Lourdes Leon ha pintado un retrato totalmente inesperado de la reina del pop como una madre muy estricta que no toleraba faltas de respeto ni la desobediencia, pero que al mismo tiempo hacía la vista gorda con otras cuestiones.
Por una parte, la modelo solía subir a la azotea de su casa para fumar marihuana, y ahora comienza cada mañana con ese mismo ritual, que acompaña de un té Earl Grey con vainilla y leche. Pero por otra, Lourdes insiste en que en realidad no se «escabullía» porque su madre siempre sabía donde estaba.
En casa de Madonna no había toque de queda por un motivo muy sencillo: Lourdes no tenía permiso para salir con sus amigos y sólo podía verles cuando su padre Carlos León le daba permiso durante los fines de semana que pasaba con él. La modelo de 26 años no pisó un club nocturno o una discoteca hasta que cumplió los 20 y considera que fue una adolescente ejemplar. Tampoco le quedaba otro remedio porque Madonna era muy estricta y no dudaba en darle un azote si se portaba mal.
«Los modales y todo eso eran muy importantes cuando era pequeña», ha asegurado.
El único momento de rebeldía que recuerda se remonta a su infancia, cuando orinó encima de una pila de documentos importantes en la oficina de Madonna porque ella no le estaba prestando atención. Y por supuesto, se me metió en un buen lío.