Todo tiene fin, dice el dicho, pero esto suele causar temor, especialmente cuando se trata de la vida como la conocemos, por lo que muchas personas se preguntan y otras hacen teorías, sobre cuándo el mundo terminará. Y aunque muchas no tienen fundamentos, la ciencia ha dado una muy terrible, en la que el Sol podría devorar a la Tierra e incluso dieron la posible fecha de este evento.
La respuesta a la pregunta que la humanidad se ha hecho sobre cómo será el fin de nuestro planeta fue dada por la revista Nature, el cual es un compilado de observaciones realizadas por científicos de distintos centros de Estados Unidos. Se trata de la investigación de un exoplaneta -con características similares a Júpiter- el cual fue engullido por la estrella de su sistema planetario.
Sucedió cerca de la constelación Aquila, cuando los científicos observaban al exoplaneta, cuando de pronto la estrella -de aproximadamente 10 mil millones de años, la cual llevaba miles de millones de años creciendo como consecuencia de la vejez- tuvo tal crecimiento que se tragó al cuerpo celeste. Los astrónomos vieron un estallido de luz, seguido de una corriente de polvo de larga duración que brillaba intensamente en energía infrarroja fría.
Un proceso natural
Esto forma parte de un proceso natural de las estrellas, las cuales aumentan de tamaño progresivamente y nuestro Sol no es la excepción, de hecho este ciclo se lleva a cabo desde hace años. Sobre él la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) realizó una animación para poder apreciar la progresión.
Derivado de dicho curso natural, los científicos apuntaron que Mercurio, Venus y la Tierra, podrían tener este mismo destino, pues son los planetas más cercanos al Sol. La fecha para que esto ocurra es aún bastante lejana, pues nuestro astro aún debe crecer más, por lo que será en aproximadamente 5,000,000 de años, según Morgan MacLeod, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica.
¿Por qué se expanden las estrellas?
Como ocurre con las personas, las estrellas tienen cambios a medida que envejecen, pues queman todo el hidrógeno albergado en sus núcleos, por lo que comienzan a expandirse y se transforman hasta convertirse en lo que se conoce como “gigantes rojas”.
