Como parte de la rehabilitación efectiva de los reclusos del país, no pandilleros, el Gobierno, por medio de la Dirección de Centros Penales, mantiene a privados de libertad en fase de confianza en terrenos en donde cultivan, cosechan alimentos y crían animales de corral.
Dentro del proyecto Granjas Penales Autosostenibles, los reclusos en las casas malla garantizan la seguridad de las cosechas cultivando diferentes tipos de hortalizas.
En las Granjas Penitenciarias Autosostenibles, que funcionan desde julio de 2019, los privados de libertad aprenden a cultivar, cosechar y cocinar sus propios alimentos.
Trabajar con sus manos la tierra permite a los privados de libertad fortalecer su sentido de utilidad, esto como parte del camino recorrido hacia rehabilitación y su reinserción social.
El cuido de animales de corral es también parte del aprendizaje que adquieren los privados de libertad en las Granjas Penitenciarias Autosostenibles.
Los diferentes productos y hortalizas frescas cultivadas por privados de libertad también son vendidos en mercados penitenciarios en algunas iglesias autorizadas para tal fin.
La filosofía del Plan Cero Ocio que ejecuta el Gobierno permite que los privados de libertad que demuestran que quieren cambiar sus vidas puedan reinsertarse a la sociedad al finalizar sus condenas.
Desde que el Presidente Nayib Bukele asumió su mandato la Dirección de Centros Penales tomó el control total de las penitenciarías cortando toda comunicación de telefonía celular, imponiendo un estricto control de lo que ingresa a esos recintos y eliminando intentos de desorden.
Las prisiones del país dejaron ser centros de operaciones de los criminales y ahora cuentan con talleres, granjas y otras formas de rehabilitación de reclusos.