La estrella del pop ha recurrido a Instagram, su red social favorita, para responder a los rumores que han circulado durante los últimos días y que aseguran que ha desarrollado una adicción a las bebidas energéticas que la mantuvo despierta durante tres días consecutivos.
Britney ha comenzado por recordar que durante años se le impidió tomar café como parte de la tutela a la que estuvo sometida durante 13 años. Irónicamente, ahora que es libre de beber lo que quiera, no puede mi verlo. Sus bebidas favoritas son, por este orden, el zumo de sandía y el té verde, y nunca consume refrescos a base de cafeína como el Red Bull porque sabe que no son beneficiosos para la salud.
Según ha querido dejar claro, si alguna vez se queda despierta hasta tarde es solo porque ha perdido la noción el tiempo mientras trabaja en aficiones inofensivas, como la fabricación de joyas y velas o la confección de ropa para muñecas. «¿Y qué? Puede que sea una perdedora, pero hago lo que me hace sentir más viva y me interesa», ha asegurado para defender sus hobbies.
La cantante de ‘Toxic’ recuperó el control de sus asuntos personales y financieros en noviembre de 2021, después de que se disolviera la tutela por orden de un juez. Sin embargo, el escrutinio mediático no acabó ahí. Desde entonces se ha desarrollado un debate paralelo, apoyando puntualmente por distintas informaciones que salen de su supuesto círculo de allegados, acerca de si está capacitada o no para tomar sus propias decisiones.
Ciertas fuentes han asegurado que sus amigos están preocupados por su comportamiento y que llegaron a organizarle incluso una intervención, aunque su esposo Sam Asghari sostiene que eso no es cierto. «Mi esposa tiene el control total de su vida y seguirá tomando todas las decisiones relacionadas con su cuidado, independientemente de las circunstancias. Especular sobre su salud es inapropiado y debería terminar inmediatamente», aseguró hace tiempo en declaraciones a ‘Access Hollywood’.
Britney espera sinceramente que en algún momento se agote el interés hacia su persona y pueda vivir su vida sin sentirse juzgada de forma constante. También sabe que su actividad en las redes sociales no contribuye precisamente a que la dejen en paz, pero se resiste a abandonarlas porque en el fondo disfruta manteniéndose en contacto con sus fans.
«Probablemente voy a tener que dejar de publicar en Instagram porque aunque disfruto haciéndolo, obviamente hay mucha gente que no me desea lo mejor. Sinceramente, no me sorprende en absoluto. Una vez más, estoy haciéndolo lo mejor que puedo. Insisto, la tutela ha terminado hace casi un año … No amigos, no estamos en 2007 … es 2023 y estoy haciendo mi primera lasaña casera en casa. ¡¡¡Y por fin he conseguido que funcione la chimenea de mi salón!!! Como mi marido suele decir: no creas todo lo que lees».