Este miércoles declararon 6 de los 30 testigos que ha solicitado la Fiscalía General de la República (FGR) en el caso Tregua, en contra del expresidente de la República, Mauricio Funes, y del exministro de Seguridad, David Munguía Payés.
El primer día de audiencias dieron su testimonio seis personas entre los que se encuentra un exempleado de la Direción General de Centros Penales destacado en el Centro Penal de Izalco. El exfuncionario afirmó que altas autoridades de esa época cometieron «acciones ilícitas» ya que se hicieron algunas actividades que no cumplieron con los protocolos de seguridad.
Asimismo, afirmó que presenció la salida de cabecillas de pandillas a diferentes centros penales y que fueron al menos 7 acciones delictivas las que habrían cometido. Agregó que en el penal de Izalco se permitió el ingreso de discomóviles, visitas íntimas, ingreso de bailarinas nudistas, retiro de material informático y se realizó una requisa simulada, que sirvió -esta última- para conocer el número de teléfonos que tenían los internos, pero al final se los devolvieron.
La parte fiscal argumentó que comprobarán que todas estas acciones fueron autorizadas por Munguía Payés y que Funes tenía conocimiento al respecto. Además, pretenden demostrar que esto permitió que las pandillas MS-13 y Barrio 18 se fortalecieran a nivel territorial.
Entre tanto, el defensor del exministro de Seguridad, Manuel Chacón, sostuvo que la tregua fue una «política de estado» y «un proceso de pacificación».
La Fiscalía acusa a Funes y Munguía Payés por los delitos de agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes. El ex ministro también es señalado por el delito de actos arbitrarios. La tregua entre pandillas ocurrió entre 2011 y 2013.
Este hacia negocios con uno del fmln sigfrido que ahora huye en Mexico,para propiedades en construciones