Los sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas de dos generales rivales en Sudán iniciaron este sábado su segunda semana de conflicto, dejando ya cientos de muertos y miles de heridos, sin que se logre llegar a una tregua reclamada internacionalmente.
Los combates callejeros decayeron la noche del viernes en algunas partes de Jartum, la capital, pero se reanudaron esta mañana con ráfagas de disparos y fuertes explosiones, ignorando los anuncios de una tregua hechos por el Ejército, que había indicado un acuerdo de alto al fuego por tres días para permitir la celebración del Aíd al Fitr, que marca el fin del Ramadán y facilitar la llegada de servicios humanitarios.
Según información de la Organización Mundial de la Salud, al menos 413 personas han muerto y 3.551 han resultado heridas desde que estallaron los choques el 15 de abril entre fuerzas leales al jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y su subalterno Mohamed Ahmed Daglo, líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Difícil evacuación
Varios países como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón desplazaron tropas a países cercanos para ayudar en la evacuación. Pero el Departamento de Estado estadounidense admitió el viernes que la situación de los combates hacía demasiado riesgosa una evacuación de Jartum.
De hecho, la Embajada de Estados Unidos informó que por la situación de inseguridad y el cierre del aeropuerto internacional, actualmente no es seguro llevar a cabo una evacuación, pese a que el Ejército sudanés dijera poco antes que el país norteamericano procedería a la repatriación «en unas horas».
La embajada «continúa vigilando de cerca la situación en Jartum y sus alrededores, donde hay continuos enfrentamientos, tiroteos y actividad de las fuerzas de seguridad. También ha habido informes de asaltos, allanamientos de morada y saqueos. Se recomienda encarecidamente a los ciudadanos estadounidenses que permanezcan en sus casas, se refugien en su lugar hasta nuevo aviso y eviten viajar a la embajada de Estados Unidos», advierte la embajada.
El estallido de violencia fue la culminación de las profundas divisiones entre el Ejército y las FAR, cuyos líderes se unieron en abril de 2019 para derrocar al autocrático Omar al Bashir tras masivas protestas. En octubre de 2021, los dos hombres encabezaron un golpe contra el gobierno civil instalado tras la salida de Bashir y pusieron fin a una transición apoyada por la comunidad internacional.
Como resultado de la violencia, entre 10.000 y 20.000 personas, la mayoría mujeres y niños, han cruzado la frontera hacia Chad, indicó el jueves el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
No pueden haber dos fuerzas armadas en un pais, una de ellas tiene que desaparecer. solo asi habra paz
dos alacranes no pueden vivir en la misma cueva, asi que por seleccion natural uno sobrevivira
Todas Las Armas que han mandado a ukrania y han quedado ala venta en el Mercado negro estan hiendo a parar a esos paises y mafias de delinquentes… se Re-arman los rebeldes luego comienzan con los ataques alos gobiernos puros elegidos por el pueblo.