Robert Blake, actor que protagonizó “A sangre fría” y que fue juzgado y posteriormente absuelto por el asesinato de su esposa, falleció este jueves a los 89 años en Los Ángeles, según información de medios locales.
Blake murió después de una larga enfermedad cardíaca y el deceso también fue confirmado por su sobrina.
El actor, que alcanzó la fama con la serie policial de los años 1970 “Baretta”, construyó una carrera en la industria del entretenimiento desde muy niño, que fue opacada por la trágica muerte de su segunda esposa, Bonny Lee Bakley.
En 2005, el actor fue declarado inocente en un juicio penal después de que se reconocieran diversos episodios del turbio pasado de la asesinada.
Sin embargo, meses más tarde Blake fue declarado responsable de haber causado intencionadamente el asesinato de su esposa en un juicio civil y condenado a pagar 30 millones de dólares a los cuatro hijos de Bakley.
Nacido en Nueva Jersey en 1933, Blake comenzó su carrera aún siendo un niño en filmes como “Bridal Suite” (1939) y la serie de cortometrajes de MGM “Our Gang”.
Se formó como actor en los años 50 y obtuvo papeles importantes en cintas como “The Purple Gang” (1959), “This Property is Condemned” (1966) o “Corky” (1972).
Actuó en numerosas series de televisión, pero fue “Baretta” la que marcó su carrera tras interpretar al icónico detective Tony Baretta que se saltaba las normas.
Blake ganó un Emmy en 1975 por su interpretación de Tony Baretta, aunque entre bastidores la serie estuvo plagada de disputas con la temperamental estrella. Se ganó la reputación de ser uno de los mejores actores de Hollywood, pero uno de los más difíciles para trabajar. Más tarde admitió haber luchado contra el alcohol y las drogas en sus primeros años de vida.
En 1993, Blake ganó otro Emmy como protagonista de “Judgment Day: the John List Story”, en la que interpretaba a un hombre de voz suave y religioso que asesinó a su mujer y a sus tres hijos.
En el cine, su trabajo más destacado fue su interpretación del asesino psicópata Perry de “In Cold Blood”, la cinta basada en la novela homónima de Truman Capote.
Blake fue parte de más de 160 producciones audiovisuales de cine y televisión y la última producción de la que el actor fue parte, fue la película de David Lynch, “Lost Highway” (1997).
Su carrera se vio tan afectada por las acusaciones de asesinato que el actor se declaró en bancarrota y en 2012 publicó sus memorias en un libro titulado “Tales of a Rascal: What I Did for Love”.
Blake gastó millones de dólares en su defensa y acabó viviendo de la seguridad social y de una pensión del Sindicato de Actores.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias AP en 2006, un año después de su absolución, Blake declaró que esperaba reiniciar su carrera.
“Me gustaría dar lo mejor de mí”, dijo. “Me gustaría dejar un legado a Rosie sobre quién soy. Todavía no estoy listo para un perro y una caña de pescar. Me gustaría irme a la cama cada noche desesperado por levantarme cada mañana y crear algo de magia”
