El pasado 5 de noviembre se hallaba el cuerpo sin vida de Aaron Carter en su casa. Todo hacía indicar que había sido un suicidio y así constó en la investigación policial posterior. Sin embargo, Jane Carter, la madre del cantante, no está convencida de esta versión y ha publicado varias fotografías del lugar para pedir que se continúe buscando a los responsables, pues cree que su hijo fue asesinado.
En su cuenta oficial de Facebook, Jane ha posteado varias imágenes del lugar en el que se encontró a su hijo explicando que la policía no hizo su trabajo y que, según ella, optó por la vía rápida —que según los agentes se debió a una sobredosis de drogas— aunque con sus pistas quiera demostrar que fue un homicidio.
En dichas fotografías se puede observar la bañera en la que se encontró el cadáver llena de agua de un color verdoso, varias prendas desperdigadas y desordenadas y algunas toallas también verduzcas que dan idea del tiempo que pasó el artista dentro hasta que llegaron los oficiales, aunque por ahora se desconozca si el departamento pretende reabrir la investigación.
«Todavía estoy intentando que se realice una investigación por la muerte de mi hijo, Aaron Carter», ha escrito Jane, añadiendo que no está de acuerdo con la labor de los forenses. «No quisieron analizar otras hipótesis ni considerar que estaban ante la potencial escena de un crimen por el pasado como persona adicta de Aaron», ha escrito.
Jane considera que fue un error desestimar con tanta celeridad la hipótesis de que se trató de una muerte violenta y que, en su trabajo, la policía contaminó la escena al permitir que entrasen al baño personas ajenas a la causa y no protegiendo el lugar.
«Aaron había sido amenazado de muerte en muchas ocasiones y había mucha gente que le estaban haciendo la vida miserable», ha añadido, así como que la publicación de las crudas imágenes había sido consensuada con el resto de la familia, como el hermano del fallecido, Nick Carter, integrante de los Backstreet Boys, con la intención de que con ellas la muerte de Aaron «sea tomada en serio por las autoridades policiales» de Lancaster, California.
«Como mi hijo tenía problemas de salud mental y también tomaba drogas lo quisieron resolver todo de la forma fácil; no tuvieron ni el tiempo ni las ganas de analizar [otro escenario] y eso no es suficiente ni para mí ni para Melanie [Martin, la exprometida del músico], así como tampoco para todas aquellas personas que de verdad le quisieron», ha manifestado.
Por último, ha hecho una petición: «Queremos respuestas, queremos justicia, hay gente que tiene que pagar por lo que hizo». La policía de Lancaster no ha hecho comentarios al respecto a pesar del revuelo en las redesque ha provocado la publicación.