El Salvador destaca en temas positivos, por primera vez, gracias a las acciones del Presidente Bukele

Años atrás, El Salvador era conocido por sus guerras, los niveles de pobreza y la persistente inseguridad, más la falta de innovación.

Desde que llegó el Presidente Nayib Bukele a dirigir el Ejecutivo, el país inició una transformación progresiva que ahora lo presenta como un destino competitivo para la inversión y el turismo. Por primera vez, figuras prominentes de la política y la economía están hablando del país en términos positivos.

“Necesitamos más presidentes como Nayib Bukele”, dijo la excongresista de origen mexicano (que ejerció en Texas), Mayra Flores.

El tema que más ha captado la atención de las personas en Asia, África, el Caribe y en los países en otras regiones del continente americano es la seguridad. El Presidente Bukele ha conseguido reducir de manera sostenible y notoria el índice de homicidios, más otros delitos, gracias a la estrategia integral de seguridad.

Esto se ha traducido, según expertos financieros citados por la revista especializada Bloomberg, en un impulso fuerte para el crecimiento económico. Gracias a esta mejora en las actividades productivas, el Gobierno tiene más recursos para invertir en la protección social de la población. Esta revista no ha publicado antes artículos centrados en políticas efectivas en este país.

Otro de los temas que ha posicionado a El Salvador entre los mejores del mundo es el turismo, donde la experiencia de Surf City es el ancla. Solo este año, El Salvador albergará seis torneos internacionales de surf, tanto en sus playas de la zona central como en oriente (un hito para esta región).

Dentro de ese mismo tema, la adopción del bitcoin ha consolidado al Presidente Bukele como un visionario, pues ahora toda la población tiene acceso a un activo que sigue teniendo mayor valor frente al dólar. De manera simultánea, decenas de inversionistas están preparándose para venir al país a ejecutar proyectos en innovación, tecnología e inclusión financiera.

Las actividades integradas para enfrentar la pandemia del COVID-19 –junto otras amenazas como la viruela del mono y la gripe aviar– confirman la determinación que tiene el jefe de Estado para resguardar la vida de los salvadoreños como la mayor prioridad de su gestión.

Incluso destaca su nivel de popularidad, pues a tres años y medio de gestión se mantiene con porcentajes de aprobación que oscilan entre 80 % y 94 %.