Tres personas que trabajaban en el rodaje de la película ‘Rust’ y que fueron testigos del disparo accidental que el 21 de octubre de 2021 costó la vida a la directora de fotografía Halyna Hutchins, han demandado al actor Alec Baldwin, que sostenía la pistola, y a los productores del filme, alegando que la muerte de su colega les causó ansiedad y síntomas de «trastorno de estrés postraumático», informa The Variety.
Según la denuncia interpuesta por el operador Ross Addiego, la diseñadora de vestuario Doran Curtin, y el responsable del equipo no eléctrico Reese Price, en el momento en que el arma de Baldwin se disparó y alcanzó a Hutchins y al director Joel Souza, los tres se encontraban en el interior de la misma iglesia de madera del rancho Bonanza Creek, un set de rodaje situado cerca de Santa Fe (Nuevo México, EE.UU.).
Los tres sufrieron «lesiones por explosión» a causa del ensordecedor sonido del disparo, ya que estaban muy cerca de Baldwin en el momento del accidente. Asimismo, se precisa que la víctima cayó al suelo justo delante de Curtin.
«Observó conmocionada cómo Hutchins se agarraba el abdomen. La demandante Curtin puso sus manos en el estómago de Hutchins, tratando de encontrar el origen del dolor de Hutchins y averiguar qué estaba pasando», reza la demanda. «Mientras continuaba el caos, la demandante Curtin fue enviada fuera de la iglesia. Una vez fuera, se desmayó por los efectos de la explosión y la conmoción del tiroteo», detalla el texto.
En los meses que siguieron a la tragedia, los demandantes declaran haber tenido que hacer frente a otros traumas relacionados con el tiroteo, mientras que los demandados «no les ofrecieron ningún servicio de diagnóstico» relacionados con «la salud emocional o mental».
«A pesar de ello, los demandantes han buscado apoyo de forma independiente para hacer frente a sus traumatismos, que incluyen, entre otros, insomnio, ansiedad, depresión y síntomas de trastorno de estrés postraumático», dice la demanda, citada por Los Angeles Times.
En este contexto, los tres acusan a los productores de apostar por una «producción rápida y barata» y contratar a personas que estuvieron involucradas anteriormente en disputas por motivos de seguridad, tales como el primer asistente de dirección David Halls y la armera Hannah Gutierrez Reed.
La demanda también culpa a Baldwin de no prestar atención durante el entrenamiento con armas, de no asegurarse de que la pistola no estaba cargada con una bala real y de no descargar el cartucho. El representante del actor no ha querido hacer comentarios.
Los fiscales han acusado de homicidio involuntario a Baldwin, que la semana pasada se negó a declararse culpable por este cargo. Según la legislación del estado de Nuevo México, en estas circunstancias, el cineasta podría ser castigado con hasta 18 meses en prisión y una multa de 5.000 dólares.