Cuando el DCEU estaba en crisis, Aquaman fue una de las dos películas en probar que la franquicia podía tomar otro rumbo para sus protagonistas y que sí podían obtener buenos comentarios del público y la crítica, con un buen paso por la taquilla global. Los fans ya había quedado encantado con el trabajo de Jason Momoa en Liga de la Justicia, resaltando su presencia en una película desastrosa, por lo que su cinta en solitario era muy esperada por los seguidores de DC. Sin embargo, las cosas cambian rápidamente y aunque se esperaba que el actor se mantuviera dentro de la saga con este rol, tras las desastrosas proyecciones de prueba de Aquaman and the Lost Kingdom, él podría abandonar el barco.
Por años, y de manera injustificada, el personaje de Aquaman se convirtió en la burla de muchos que sólo aprendieron a conocerlo por memes y no por los cómics. Cuando Jason Momoa se quedó con el rol, algunos criticaron su aspecto pues nada tenía que ver con el héroe clásico, pero pronto se convencieron de su trabajo cuando demostró el poder que podía otorgarle al personaje, haciendo que recuperara también su estatus entre los espectadores.
Momoa encontró la fama gracias a estas películas y el público estaba listo para comprometerse a la visión de James Wan a largo plazo. Una secuela de Aquaman era el paso lógico, pero parece que la producción ha sufrido varios problemas, en parte por el guion mismo y en parte por factores externos como el juicio de Amber Heard, la transición a Warner Bros. Discovery y la llegada de James Gunn y Peter Safran como nuevos líderes de las adaptaciones de DC.
En la ya famosa purga de la marca, Jason Momoa fue uno de los que se salvó y por ciertos comentarios algunos creían que su nuevo trato dentro de la franquicia sería con el personaje de Lobo. El actor nunca aclaró del todo sus comentarios y Gunn negó que ése fuera el caso, pero los fans que esperan la destrucción total de todo lo que se asocie con Zack Snyder y Walter Hamada, creen que Lobo sería una perfecta excusa para mantener al intérprete que ya ha probado su poder en la taquilla.
Por ahora, Aquaman 2 es un título que mantiene su misterio. Como muchas otras producciones de DC tuvo que cambiar su fecha de estreno para ayudar a la compañía a poner orden y el director agradeció la oportunidad, pues podría dedicarse a mejorar los efectos visuales. Sin embargo, también hay muchas cosas preocupantes sobre la secuela y es que algunos dicen que Amber Heard no saldrá tanto y otros dicen que sí, caso similar al cameo de Ben Affleck como Batman que Momoa había promovido en sus redes sociales.
Hace poco se dieron a conocer varias filtraciones de insiders que aseguran que la película es un desastre monumental y que Wan tiene poco tiempo para arreglar el problema. Sin embargo, con este rumor también llegó uno que decía que a Jason Momoa realmente no le importa la cinta a estas alturas, pues ya tiene un trato con Gunn y Safran. Jeff Sneider, conocido insider del medio, publicó:
«Escuché que es terrible y es por eso que Momoa será Lobo en el futuro. Pero no pueden decir eso todavía porque entonces sería un desastre… y DC espera sacar otros mil millones de la taquilla. La primera también fue horrible, así que no es una gran sorpresa».
Cuando Momoa publicó hace tiempo sobre estar emocionado por comenzar una nueva etapa en DC, algunos asumieron que se trataba de otro personaje, pues su versión de Aquaman está más que establecida. Sin embargo, Gunn apagó el fuego y dijo que el actor no daría vida a Lobo. A pesar de esto, algunos creen que se trata de una simple estrategia para no arruinar el estreno de Aquaman 2 y todo lo que podría aportar a la empresa en crisis, algo que no suena tan descabellado cuando pensamos en cómo ignoraron los problemas legales de Ezra Miller para no afectar The Flash. La nueva cinta de Aquaman se estrenará a finales de este año y cuando pase suficiente tiempo sabremos si Momoa se quedará o no en el papel a largo plazo.