El Real Madrid ha entrado en una crisis de resultados en La Liga, que el Barça podría aprovechar para marcar distancias casi definitivas. El técnico del equipo blanco, Carlo Ancelotti, tiene el equipo agotado y ha pedido refuerzos ante la falta de fondo de armario del equipo, pero Florentino Pérez ya le ha advertido que no invertirá en enero lo que complica muchísimo las cosas para la consecución de títulos.
Ancelotti tiene claro que el equipo se le está cayendo. Y necesita, sobre todo, gol. Algún futbolista diferencial que acompañe a Benzema arriba ante la irregularidad de Rodrygo y Vinicius. El italiano había pedido un delantero centro aunque fuese un parche, pero el Madrid quiere reservarlo todo para el mercado de verano en el que podría dar un par de golpes.
La política de austeridad de Florentino en los últimos años ha sido clara y no va a variar su hoja de ruta. Entiende que el Madrid es el actual campeón de Champions y que hay margen para ganar títulos, mientras que Ancelotti teme que si se da una temporada en blanco, el gran damnificado pueda ser él.
Ahora, el Madrid prácticamente no tendrá descanso entre Supercopa,Copa, Liga y Champions. De hecho, Ancelotti prácticamente tiró la Copa en la pasada eliminatoria con un equipo plagado de suplentes que lo pasó muy mal. No sería extraño que en Villarreal hiciese la misma fórmula para evitar cargas.
